CAPITULO 19

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Aunque Carla le pedía hablar con sus padres, Samuel aun tenía miedo, no quería volver a la casa, se había acostumbrado a vivir con Carla que le parecía que jamás podría apartarse de ella.

El primer día en el colegio después de oír que Carla le quiere y quiere estar con él había pasado un poco raro, todos les miraran raramente.

-Has quedado dormido antes que yo – susurra Carla

Tenía manos rodeadas por el cuello de Samuel, dándole pequeños besos sobre la oreja, susurrándole.

-Me has hecho cansarme más rápido que nunca – murmura

Samuel estaba molesto ya que todos les miraran como si fueran del otro mundo, parece que la gente aun no es acostumbrada que la había dejado embarazada y ahora además se atrevió andar con ella.

-Samuel, deja de hacerles el caso.

-¿Cuándo piensan dejar de mirarnos? – se queja

-¿Y qué te importa que nos miran?

Carla acaricia su mejilla, Samuel sonríe al ver que con tal ese gesto ella logra calmarlo.

-Tengo muchas ganas de irme a casa y estar contigo, que duermas entre mis brazos, que me besas y me haces sentir bien, tú eres la única que lo logra hacer.

Carla le mira muy seria, tenía miedo de hacerle daño aunque sabía que ese no era el caso.

-¿Vas a ir al entrenamiento?

-Tengo que hacerlo, al menos una vez más.

-No me gusta ver que andas haciendo lo que no te gusta, haces un gran esfuerzo y después quedas molesto todo el día.

-¿Qué coño quieres que haga? ¿Cómo calmarme?

Carla le abraza, no sabía que mas decirle.

Durante el entrenamiento Samuel encontró un problema más llamado Christian. Ambos miraban hacia la dirección donde se encuentra Carla quien decidió esperarlo hasta que termina con entrenamiento.

-¿Entonces, lo tuyo con la rubia va enserio?  - se ríe Christian

-Déjame...

-Todos andan hablando sobre tu relación con ella, pero me atrevo decir que dudo mucho que durara más allá de un mes.

Samuel le empuja.

-Deja de meterte conmigo y ni te atreves mirarla, no piensas en ella...

Christian se ríe sin tomarlo enserio, cuando termino con entrenamiento Samuel se acerco a Carla pero estaba un poco molesto y con un malestar.

-¿Vamos?

El asintió con cabeza, la rubia pudo notar ese malestar durante todo el camino a casa y no le gusto para nada.

Por la noche por fin decidió enfrentarlo y entender que le sucede, le dolía verlo así.

-¿Me dirás que te pasa?

-No pasa nada, todo está perfectamente bien.

-Vale, si no quieres decírmelo está bien, es mejor no meterme en tus asuntos – dijo molesta

Samuel sintió su enojo y eso le frustro aun más.

-¿Podrías no hacerme esto? – pregunto

-¿Perdón?

-Ya tengo lo suficiente con que tengo que ir a entrenamiento ese, soportar a imbécil de Christian... no tenemos porque discutir.

-Bien – responde aun más molesta

Carla entra a la cocina, fingiendo que tenía mucha sed y quería preparar el té, Samuel la mira y entiende que es más molesta que nunca y que no debía tratarla así.

-Tienes que entenderme.

-Te entiendo muy bien, Samuel.

-No suenas así, parece que estas molesta por algo que no tiene nada que ver.

Carla deja el té y da vuelta viendo como Samuel se acerco a ella, cerrando poco de espacio que había entre los dos, tocando su rostro y mirándola en los ojos.

-Carla...

-¿Por qué me haces esto? ¿Por qué te enojas y ahora te acercas a mi tratando a seducirme?

-No lo hago, realmente me preocupa que te hayas molestado conmigo.

-Y tú me preocupas a mí, andas haciendo cosas que no te gusta. ¿Hasta cuándo?

-Olvidamos de eso, por favor...

Samuel acaricia su rostro, besa su cuello.

-No quiero discutir, hoy también fue un día de mierda, necesito estar contigo – susurra

Carla le besa en labios, no se resiste...

9 meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora