CAPITULO 27

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Samuel se estaba preparando para la cena con padres de Carla, sabía que Beatriz es más tranquila que Teo, se daba cuenta de eso por todo lo que Carla le decía.

-Creo que estoy enfermo – susurra

El trato evitar la cena a toda costa, no le importo inventar que esté enfermo.

Carla se acerco a Samuel, toca su frente y bufa frustrada.

-Estas perfectamente bien, nos vamos y punto.

Samuel le mira preocupado, la ve arreglándose y no sabe qué cosa inventar más para no enfrentarse a Teo.

-¿Estás segura que quieres que tu papa me mata?

-Ya, Samuel...

Samuel decide aceptar su destino, tenía que enfrentarse a Teo y convencerle de que sea digno de su hija y el bebe que espera.

-Está bien – dice, aceptándolo

Carla se sorprende, daba vuelta para quedar en frente de su novio y tratando a entender porque acepto tan de repente después de días de tratar evitar la cena.

-¿Enserio?

-Lo estoy haciendo por ti, no te olvides...

-Ay, no... - se queja

Samuel se acerca a ella, sonriéndose como triunfador y lo era, era el triunfador de toda esa situación y lo sabía.

-¿Esto significa que yo tendré que hacer todo lo que tú quieras? ¿No pueda decirte que no?

Samuel se ríe, asienta con cabeza y le acaricia la mejilla.

-Veo que te olvidaste de ese pequeño detalle – se ríe

-No tiene ninguna gracia, Samuel.

Samuel mira el reloj y se da cuenta que aun tienen mucho tiempo libre antes de irse a la casa de sus padres.

-Deja eso...

-Pero, tengo que vestirme – decía confundida

Samuel sonríe seductoramente, pone ambas manos sobre su cintura, quitándole el vestido lentamente. La respiración de Carla se acelera, no puede respirar al ver como Samuel se arrodilla en frente de ella.

Él le sigue con mirada y empieza besar sus piernas, subiendo sobre su cuerpo, Carla gime al sentir labios del castaño recorriéndola de esa manera.

-Estoy seguro que podemos divertirnos un poco antes de irnos, ¿tú qué crees?  - decía al estar en frente de ella, cara a cara

-Supongo que si...

Carla le besa en labios apasionadamente, sintiendo como manos de Samuel acarician su espalda de manera suave, caen en la cama y empiezan hacer el amor con mucha rapidez, disfrutando de cada caricia, cada beso, todo el deseo que les lleva hacia camino lleno de estrellas y pura felicidad.

9 meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora