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CAPITULO 25

Samuel camina por la habitación intranquilo, no podía calmarse, por se atrevió contarle a Carla lo de su papa. Aun así sigue sintiendo rencor y mucho odio, para Carla fue difícil escucharlo y verlo angustiado.

Verlo sin camiseta le ponía un poco cachonda, tenía que reconocer.

-¿Te quieres calmar? ¿Qué ganas con estar frustrándote así todos los días?

-Aun no puedo creer caí como imbécil con su chantaje, casi te perdí para siempre creyendo que mi papa algún día apoyara el futuro que elegí.

-Yo te apoyo, si él no quiere apoyar ni tu carrera ni este bebe entonces no tiene nada que hacer en tu vida.

-Si, tienes razón, no tengo porque angustiarme, yo seré el mejor papa del mundo, no seré como él.

-De eso no hay duda – responde sonriéndose

Samuel le mira sin aliento, tenía a esa chica guapa y hermosa casi desnuda sentada en la cama, mirándolo como si fuera el único chico del mundo, baja mirada sobre la panza, ese bebe estaba creciendo y eso le hico tener muchas ilusiones del futuro.

-Ven...

-Estas muy ansiosa hoy, diría traviesa – bromea

Carla le toma por la mano atrayéndole, le besa en labios profundamente.

-Estoy feliz que las cosas entre tú y yo van bien, solamente quiero hacerte feliz – susurra la rubia

Samuel toca su mejilla, no se trataba si eran excitados o no, hablaron del amor verdadero y poco les importo quitar toda la ropa y follar.

-Nadie me hace más feliz que tú – responde

Carla gemía ante esa respuesta, tenía a Samuel García en frente de ella, diciéndole que nadie le hace más feliz, era todo lo que quería oír.

-Yo... yo tengo algo que decirte – susurra un poco asustada

-Dime que es algo bueno por favor, no tengo más espacio para contener malas noticas...

Carla sonríe, rodea manos sobre su cuello.

-Te amo, Samuel.

El también sonríe.

-Joder... por un momento me asuste. Pensé que ibas a decirme algo muy malo, pero esto es lo mejor que pude oír en la vida, de hecho.

-¿Y tú?

-¿Yo que, preciosa?

-¿Tu me amas, Samuel? ¿Me amas verdaderamente?

El se pone serio ante esa pregunta, no tenia donde huir, le quedo ser sincero.

-Te amo con locura, esto es más real y más vivo que me ha sentido en la vida. Creo que eso responde tu pregunta y creo que todo lo que hago también lo responde.

Ambos se unen a otro beso, un beso pasional, como si estuvieran en película pausada, no tenían prisa, se comportaban como si tenían toda vida entera para besarse y sabotearse, amarse...