CAPITULO 28

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La cena con padres de Carla ha pasado de maravilla, algo lo que sorprendió a Samuel quien creía que ya era un hombre muerto. Teo y el habían logrado encontrar gustos similares, el castaño no paraba de decirle una y otra vez que sus intenciones con Carla van en serio.

-Esto es para brindar un poco - decía Teo al dejar a Samuel entrar en su estudio

-No debería beber.

-Es el trago de whiskey de hace 100 años, ¿no vas a probarlo?

Samuel se atrevía tomar un solo trago, luego se disculpó y fue en busca de Carla. Estaba lejos de ella por diez minutos y ya la extrañaba.

Al encontrarla, Samuel la besa en labios de inmediato, sin darse cuenta de incomodidad de Carla.

-Tengo tantas ganas de quitarte...

De repente Samuel ve a Beatriz pasar por su lado, sintiendo mucha vergüenza.

-Joder, mierda... digo...

-Carla, tu padre y yo vamos a salir un rato, espero que... sepan comportarse mientras no estamos aquí.

Samuel cierra los ojos sintiendo tanta vergüenza que no quería volver a ver a su mamá.

-¿Por qué no me dijiste algo? - decía desesperado

-Porque no pensé que ibas a volverte tan... tan cachondo, supongo.

Samuel se descontrola ante ese momento, no paraba de pensar en la próxima vez que vuelva ver a Beatriz y Carla trataba hacerle relajarse un poco.

-Ven, vamos a pasar un buen rato en piscina.

Carla toma mano de Samuel llevándole hacia piscina.

-¿Estamos completamente solos? - cuestiona desconfiado

-Joder contigo, ven, ya...

Ambos caminan hacia piscina besándose, de repente Carla quita toda la ropa quedando en ropa interior y salta en la piscina. Samuel empieza quitar la ropa y en cuanto lo hace salta también, encontrándose con ella, besándola en labios como un león hambriento.

-Va a ser que sigues con las mismas ganas - susurra

-¿Y tú no?

Los dos quedan mirándose por un buen rato, hasta que no existe nada más que ellos dos, solamente ellos y el futuro que les espera juntos.


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