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CAPITULO 21

¿Carla o música?

¿Música o Carla?

¿Amor o carrera?

Samuel sigue con debate que no se le hace tan fácil, trata sonreírse y mostrarse alegre como siempre pero Carla ve en él lo que nadie puede, ella ve la verdad.

Ese día estaban pasando tiempo en casa de Lu, junto a Guzmán y parece que el castaño aun sigue torturándose.

-¿Quieres un poco de macarrones? – pregunto la rubia

-No tengo hambre.

-Al menos un poco, no has comido nada...

-No tengo hambre, ya te lo dije – responde molesto

Samuel camina hacia otra parte del salón, mirando atreves la ventana.

-Guzmán... - susurra Lu

Le hace gesto con ojos, haciéndole ver que quizás deberían salir y dejarlos a solas. El rubio acepto aunque le daba un poco de miedo estar a solas con ella, hace semanas que empezó darle señales que le gusta mucho y el chico no sabía cómo responder ante esa situación.

Al fin los dos salieron de casa por un rato, caminaron por el gran jardín y es entonces que Lu volvió hablarle.

-¿Qué has decidido acerca de esa fiesta en Teatro Barceló?

-Que se, si Samu no va entonces yo tampoco.

-Samuel anda metido en otras cosas, ya ves que no es de buen humor.

-Ya veremos...

El rubio sigue mostrándose duro y serio, por alguna razón eso le pasaba por culpa de Ari.

-Yo estaré allá por la noche, así que si decidas venir búscame, igual tu también necesitas divertirte un poco.

Guzmán sonríe, aun se debatía entre irse o buscar a la ex de su amigo con quien ya tenía un romance fugaz que empezó desde hace mucho tiempo.

Carla se acerco a Samuel con mucho miedo, verlo tan molesto le afecta mucho.

-¿Qué paso en casa de tus padres?

-¿Qué?

-Desde que has vuelto te has convertido en esto... andas callado todo el rato.

-Te lo estas imaginado, debe ser por esas hormonas.

-También te has olvidado de la cita con doctor, tuve que ir sola.

-Joder... tuve practica de futbol.

Carla le mira sorprendida, ese día había hablado con Guzmán quien le dijo que Samuel no apareció en entrenamiento.

-¿Por qué me mientes, Samuel?

-Igual necesito un poco de paz.

-Está bien... te daré todo el puto paz que necesitas.

Carla toma la pulsera y sale de la casa rápidamente, por la noche andaba pensando mucho en Samuel, no sabía dónde se encuentra pero cuando el castaño apareció en dos de madrugada se calmo un poco.

-Samuel...

-Tenías razón, Carla.

-¿De qué hablas?

Carla se acerco a él, parece que por fin quería hablar de algo, algo que no hico por muchos días.

-Al fin terminare volviendo a casa de mis padres, ¿no?

-¿Qué coño dices?

-Yo...

-¿Vas a contarme que te dijo tu papa? ¿Qué te hico para que cambias tanto?

-No cambie, soy yo, el mismo Samuel de siempre.

-Soy tonta, al fin te abrí el corazón y tú... tú quieres irte.

-Si algún día me dejas explicártelo me vas a entender, te lo juro.

Carla cruza los brazos, tienes ojos llenos de lágrimas.

-No tienes nada que explicarme, mañana despertare y si no sigues acá entonces ya sabes que deberías alejarte de mí.

-Carla, todo esto tiene explicación razonable.

-Dímelo...

Samuel la mira en los ojos, no sabe qué decir, decide decir la primera cosa que le ocurrió.

-Me enrolle con Ari mientras estaba contigo - dijo

Una mentira como esa le hace sentir aun peor al castaño, pero al sentir la mano de Carla sobre la mejilla se da cuenta que acaba de romperle el corazón con algo que no tiene nada que ver.