EPILOGO

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El pequeño Martin despierta en un día muy especial, era el día de su cumpleaños y el niño deseaba mucho ver los padrinos y también abuelos.

El niño se levanta de cama corriendo hacia dormitorio de sus padres, entra adentro y salta en la cama, despertándolos.

- ¡Despiértense!

Carla abre los ojos y sonríe al ver su hijo de seis años abrazándola.

-Cada vez eres más fuerte – susurra la rubia

Samuel seguía dormido, aún roncaba y eso hace que Martin sigue saltando sobre la cama.

- ¡Despierta, despierta!

-Joder... - se queja Samuel

Samuel da vuelta y finge ser muy molesto.

- ¿Me acaba de despertar?

- ¡Es mi cumple, papa!

-Si lo es, es el cumpleaños de mi hijo y no podría ser más orgulloso de que eres un niño muy bonito y bien educado.

- ¿Puedo jugar en tu computadora?

-Claro que puedes, hijo.

Samuel besa su cabeza y lo deja ir.

- ¿Lista para hoy?

Carla y él siguen acostados sobre la cama, disfrutando de poco tiempo que les queda antes de que se levantan.

-Estoy lista.

-Vamos...

-No... - ella le detuvo, tomándolo por la mano

Samuel le mira muy extrañado.

-Estoy lista, Samuel.

Él seguía confundido.

-Yo también, vamos.

-No entiendes.

Samuel realmente no la entendía.

-Estoy lista para casarme contigo, creo que no quiero esperar más.

- ¿Qué dices?

-Estoy lista si tú aún quieres y si no...

-Por supuesto que quiero – decía entusiasmado

Carla besaba sus labios, llevaba unos días sabiendo que quería casarse con Samuel y ahora por fin se atrevió a confesárselo.

-Te amo, mi amor – susurra Samuel

-Y yo te amo, Samuel.

9 meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora