Dentro del portal.

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Día tres.







Lo mejor que pudimos hacer esa noche fue proponer una guardia.


Cada persona dormiría unas horas, para que luego sea despertada y esta vaya a dormir. Así sucesivamente con todas las personas del grupo.

Yo fui el ultimo.

Lamentablemente, no podía dormir tranquilo/Cómodo en este sitio... Casi no pude dormir. 

A diferencia de mis compañeros.

Casi todo el grupo se podía sentir seguro en el círculo de compañeros cercanos.

Además de que la mayoría necesitaba un hombro para apoyarse, después de todo lo vivido... Era lo normal.




Las peleas...

Los sacrificios...

La presión...




Apuesto que son cosas que unos niños de menos de diecisiete años sepan.

Cosas que no serían "Comunes" en la adolescencia.

O al menos eso era a la vista de todos.

Lamentablemente, había que despertar, y por mi parte seguir mi camino. Las características del reloj eran muy variadas, había sido modificado de tal manera que podía informarte de las cosas más específicas del cuerpo.


Aunasí, seguía siendo un reloj.


Investigando, logre encontrar el sitio donde podía poner un despertador, y para no alertar a ni joder el descanso a mis compañeros, lo puse en modo "Vibrar". Lo mejor que podía hacer, definitivamente era procurar que ellos estén en óptimas condiciones.

La hora era exactamente cuando la luz del día empezaba a asomar.

Quizás si me viera Yumiko, esta querría acompañarme debido a su hermano. Creo que nuestra conversación antes del examen dejo a la rubia con más dudas.

Como prometí, no dejaría que algo le pase.

Después de despertar, ordene todas mis cosas, desde la libreta hasta la tienda en la mochila.

La isla lentamente estaba poniéndose cálida.

Cuanto llevaba en la academia, dos meses?

Puede que un poco más, al ser bastante tiempo antes de mediado de año, cosa que hacía que el tiempo fuera más caluroso

Se agradecía, aun que lamentablemente esta isla es más fresca de lo que es normalmente Japón.

Alrededor mío, las tiendas estaban totalmente quietas, y sin ningún sonido. Al igual que los alrededores.

Me acerque a la tienda más cercana, y la que recordaba que había una radio.

Y así era.

Kirishima está tirado en mitad de la tienda, ocupando la manta como colchón sobre el duro suelo. Dormía con los distintos miembros del cuerpo estirados, mientras babeaba.

W O R T H L E S SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora