No descanso.

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-Que mierda dices!

-Aizawa, por favor, sal de la enfermería.

-Pero, te das cuenta que rechazo nuestra puta oferta?- AIzawa estaba eufórico al saber mi respuesta.

No de felicidad, precisamente.

-Créeme que me di cuenta, así que por favor sal de aquí.- Dijo Nezu una vez mas, aunque con un tono mas autoritario.

-Tsk, no lo puedo creer.- Un Aizawa molesto murmuraba cosa mientras salia de la sala.

Al escucharse la puerta cerrarse, Nezu suspiro y me miro fijamente.

-Molesto?- Pregunte mientras hacia movimientos con mis brazos, los sentía dormidos, por lo que mientras mejor me sienta, mas rápido me podre ir.

-No... Solo sorprendido.

-Veo que no es lo mismo que con Aizawa.

-Je... Debe de sentirse frustrado, hemos estado detrás de ti mucho tiempo, investigándote.- Dijo bajando la cama.- Lo mas probable es que piense que eres un mal agradecido y una perdida de tiempo.

-Mire, Nezu...- Intentaba encontrar las palabras correctas, de cierto modo me sentía mal.- No se por que rechazo la oferta. Puede que  sea por orgullo o por...

-Chico... Se por lo que pasaste. Es normal estar asustado y desconfiar. Querer hacerlo por tu cuenta.

- Entonces, por favor comprenda.- Termine de elongar, dificultosamente me pare de la cama para ponerme las zapatillas.- Ah... Que cansancio.

-Es una fortuna que nuestra enfermera sea tan buena. Lo difícil fue encontrar una excusa de quien eras.

-Me imagino, dudo que hayan estudiantes a esta hora. A propósito.- Moví la cortina para ver el exterior, no me sorprendió ver un bonito amanecer.

- Me tengo que ir, director.- Dije sacando el mapa de mi bolcillo, para echarle una hojeada y posicionarme.

-Claro... Izuku, por favor, al menos reconsiderarlo. Es una buena oportunidad, ten por si cambias de opinión.- Me ofreció la pata que aferraba una bonita y elegante tarjeta, donde tenia escrita pulcramente un numero de teléfono.

-Esta bien... No creo que sea una buena idea cruzarme con Aizawa, o con algún profesor por lo que saldré por aquí.- Dije abriendo la ventana, a punto de salir, mire hacia atrás donde estaba la Rata, parada observándome mientras tenia una pequeña sonrisa.

-Espero que te vaya bien Izuku Midoriya. Fue un gusto conocerte.

-Lo mismo dijo, director. Gracias.
















Me gusta caminar.

Solo que fue muy incomodo esta vez.

Un chico peliverde, con la ropa manchada con sangre, cojeando y con un hoyo en su pantalón.

Estaba demostrando que mi mundo no era normal.

La gente se alejaba por donde yo iba, cosa que me facilito bastante las cosas, a pesar de ir lento, tenia que apresurarme, era día de clase.

Si el niño en el orfanato no acude a clase, lo buscaran por toda la mansión hasta encontrarlo.

Si no lo encontraban... Shizuka se volverá loca.

Ya afuera del portón, con sigilo abrí las puertas, al parecer todavía era temprano, ni en la sala ni en los corredores veía a alguien, hasta que me encontré a Hiragi en mi habitación.

W O R T H L E S SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora