Capítulo 18

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Me encontraba sentada frente a Holland, la cual espera una respuesta mía con cara de felicidad. Por otra parte yo no sabía que exactamente estaba sintiendo.

—Okay, está bien. —Acepto el trato.

—Perfecto, ¿te paso el número de Sherlyn? Así la pones en contacto con Hwan.

—Está bien, pasamelo.

— ¡¿Una cita?!

—Lo sé, es horrible. —Murmuro.

Raley sacude su cabeza riéndose de mi situación, al tarado le parecía muy cómica mi vida, él detiene el auto en el semáforo rojo, recién acababa de salir de clases y Raley como de costumbre pasaba por mí.

—¿Y qué le dirás a Hwan? No creo que él acepte ir con una niñita.

—¿No crees? —Digo esperanzada.

—¿Es linda?

—Oh Raley... Cierra la boca. —Me quejo suspirando, viendo por la ventana.

—Es broma chiqui, tranquila. Hwan no va aceptar, además no conocemos a esa chica... Sherlyn —Dice recordando su nombre—. Además, ¿qué te molesta?

—No me molesta.

—¿Entonces? ¿Qué sientes? Creo que aquí hay algo mas...

—No lo sé.

—Pues, creo que deberías saber que sientes en verdad, no puedes retener a Hwan así sin saber que sientes por él.

—¿Crees que esto es una señal?

—Sí, diría que sí, quizá te están diciendo Rose no seas tonta proponle matrimonio. —Dice con una voz fingida de misterio, ambos reímos al unísono, yo niego.

—No seas tonto Raley.

—Pero en verdad, ¿Qué estás esperando? ¿Qué alguien más le proponga matrimonio?  —Dice divertido.

—No lo sé... Hwan es muy duro, no sé si yo sería capaz de lograr algo con él. Además, tenemos todo en contra, él ya tiene su vida hecha, está enfocado en sus objetivos, y yo vengo saliendo de una detención como una niña tonta. —Hago un puchero y él asiente.

—En eso sí tienes razón, pero, podrías intentar algo no lo sé... si de verdad sientes algo por él. Antes de que, ocurra algo con esta chica.

Raley tenía razón, estaba como una boba esperando a que alguien más se ganara primero los sentimientos de Hwan, quizá podría decirle algo, quizá podría saber su opinión sobre mí y sobre nosotros.

Quizá...

Quizá...

—Sí —Dice él aceptando simple—. Saldré con ella.

Raley observa mi reacción y yo paso saliva seco, sin parpadear. Hwan seguía sentado en mi sala, confundido porque ninguno de los dos emitía ningún sonido, su respuesta a la primera nos había dejado sin palabras.

—Okay, yo te pasaré su número para que hablen y le dices cuando y el lugar. —Digo ¿dolorosamente? que me ocurre, primero digo que no quiero a Hwan de otra manera y después me lastimaba cuando lo veía saliendo con alguien más.

—Lo haré solo porque dijiste que era una clase de cadena de favores, no porque quiera salir con ella, supongo que te servirá a ti de algo, ¿no?

—Confío en que Miller cumplirá con su parte del trato.

—¿Hiciste un trato con Miller? —Hwan reclama.

—Sí, pero fue porque él es la única persona que tiene acceso más fácil a la oficina de dirección. —Confieso.

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora