Capítulo 8

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Entro a la habitación y lo veo ahí en la camilla, sus ojos permanecían cerrados, su pecho subía y bajaba lentamente, iba con el torso desnudo, tenía cables conectados por todos lados, en sus manos, y por su nariz. Me acerqué lentamente analizando el estado en el que se encontraba, coloqué una mano sobre mi boca observando en silencio.

No debí de haber expuesto a Tom ante Darius, lo había hecho mal y ahora estaban aquí las consecuencias frente mi.

Me acerco lentamente a la camilla en la que reposaba el cuerpo de mi hermano Tom, estaba conectado a un monitor el cual indicaba su estado.

Podían ser días, semanas o incluso meses sin tener respuesta por parte de Tom, y era algo que me tenía muy agobiada, ahora lo único que me interesa es el bienestar de él y que pueda despertar lo antes posible. Tomé un banco y tomé asiento a un lado de él y coloqué mis dos brazos en borde de la camilla para poder recostar mi cabeza ahí. Tomé la mano de Tom y la junte con la mía, poco a poco mis ojos se fueron cerrando.

-Rose, ¿cómo te sientes?

Abro los ojos algo desorientada y lo primero que veo es a Raley junto a mí, le doy una mirada llena de confusión y me dedico a observarme a mí, bajo la vista hasta mis brazos, estaban llenos de cables, desciendo hasta mis piernas las cuales estaban bajo la sábana blanca, rápidamente empiezo a desconectarme todo, las agujas, los cables, todo empiezo botarlo con temor y desesperación.

-¡No, no, no! Rose escúchame, no lo hagas, ¿si? -Raley suplicó tomando mis manos, encontré su mirada, sus ojos me observaban preocupados.

-Yo...

-Ya hemos hablado con el doctor.

-No Raley... no me entiendes, yo... -el aire me comenzó a hacer falta, cada segundo que transcurría sentía más pesadez en el pecho.

-No ocurrió nada Rose, sólo fue un accidente, Tom está afuera esperando a que despertaras.

-¿Tom? ¿Cómo está Tom?

-Relájate Rose, mira como te estás poniendo, vamos a respirar hondo juntos. Exhala. -dijo haciendo lo mismo con la intención de que yo lo imitara.

-¡Apártate Raley! ¿no entiendes acaso?

-Vas a preocupar a todos en el hospital, sólo te pido que te tranquilices Rose. -me habló con un tono algo triste en sus palabras.

-Tom está en coma, yo no debería estar aquí, ¡es él!

-¿De qué hablas Rose? Tom está muy preocupado por ti, afuera. -me respondió.

-¡Tom fue arrojado por Darius! Él está grave, ¡¿no me escuchas?!

-Okey me empiezas a preocupar Rose, por favor debes relajarte, te hará daño y los doctores no me dejarán volver a visitarte si te pones de esta forma.

-Llama a Tom. -le ordené observando hacía la ventana, estaba algo molesta.

-Me alegra que hayas reaccionado Rose, Tom estará muy feliz. Lo llamaré. -asentí evitando observarlo, estaba algo molesta.

Escucho como se dirige a la puerta, abre esta y escucho como suena un disparo, dirigí mi mirada hacia la puerta y veo el cuerpo de Raley en el suelo, sus ojos permanecían abiertos y sangre salía de su cabeza, suelto un grito y lágrimas empezaron a salir descontroladamente, levanto la mirada y me encuentro a Darius sosteniendo un arma en sus manos, me regala una sonrisa mientras la guardaba.

Mi corazón empieza a latir con fuerza, siento mis piernas pesadas, aparto la vista deseando que con esto Darius desaparezca, cierro los ojos con fuerza como sí eso sirviera para desaparecerlo, aprieto las sábanas con mis puños y suelto un gruñido.

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora