Capítulo 1

124 19 38
                                    

1 mes después

Suena el despertador a las 5:40 am, abro mis ojos y empiezo a dar manotazos hasta que este deja de sonar, empiezo a removerme en la cama. Hoy es un día muy importante para mí, hoy es el concurso de fotografía en mi colegio, me inscribí hace 3 semanas y por fin ha llegado el día, hoy tendría que exponer mis fotografías frente a un juzgado, era un concurso que se hacía cada año en la escuela, el anterior lo había ganado yo y aún así estaba realmente nerviosa.

Busco mi mejor outfit, tengo que ir muy presentable el día de hoy, después de vestirme cepillo mi cabello y hago unas ondas no muy marcadas, me maquillo un poco y tomo mi mochila, ahí dentro llevo unas cámaras y llevaba las fotos impresas en un tabloide, son unas en el bosque al cual solía ir, otras fotografías del atardecer, otras de algunos perritos y gatitos del vecindario.

Después de tomar mi mochila, tomo el dinero para el bus y salgo de la casa después de despedirme de Tom.

—Buen día señora Collins. —saludo amablemente a la vecina la cual se dedicaba a regar sus girasoles, ella me sonríe.

Tomo asiento en la parada del bus y espero pacientemente, el clima se siente muy bien, las nubes se pintaron por el cielo y una brisa de aire mueve algunos mechones por mi frente. Me pongo de pie en cuánto el autobús se detiene frente a mí, después de treinta extensos minutos llegaba casi a mi destino. De aquí tan sólo falta caminar siempre diez minutos para llegar al colegio ya que la ruta se terminaba para mí.

Así que decido empezar mi caminata, coloco mis auriculares y tarareaba mi canción. De pronto siento un jalón en la mochila el cuál me arrastra hacia un edificio abandonado, sin ventana, sin puerta, era un edificio a medio construir sin puertas ni ventanas, le entraba luz pero estaba vacío, empecé a gritar, no sabía qué demonios ocurría

—¿¡Qué te ocurre!? —grito histérica y analizo a la persona la cual sigue tomándome del brazo.

—¿A dónde crees que vas?

—¡Suéltame o llamaré a la policía! —advierto

—Tú no te vas a ir a ningún lado, chicos... —de pronto veo a unos cinco hombres salir del lugar y se acercaron a nosotros—. La mochila. —me ordena

—¡Estás enfermo! —intento correr pero uno de ellos me lanzó al suelo de un empujón, caigo sentada y coloco mis manos en el suelo para evitar chocar más brusco.

—No intentes huir. —ellos me quitan la mochila, empiezo a derramar lágrimas incontroladamente.

—No me hagan daño por favor... —suelto un sollozo

—Awww ternura. Carl. —ordena al supuesto "Carl" acercarse a mí.

El tipo se acerca a mí y yo empiezo a gritar y lanzar golpes en falso, al hombre no le importa y parece no hacerle ninguna molestia ni daño.

—¡Auxilio!

De pronto veo como alguien se acerca a nosotros, me quita al tal Carl como si no tuviera peso y lo arroja contra un muro este cae instantáneamente al suelo cayendo sobre su pecho, y lo veo a los ojos, era Hwan.

Se le acerca un tipo por la espalda y con su codo le golpea por la nuca y Hwan cae al suelo de rodillas, empieza a retorcerse, yo sigo llorando intentando de reincorporarme. Hwan se pone de pie y levanta al hombre que lo había golpeado, lo levanta por el cuello, quizá unos cincuenta centímetros y choca su espalda contra el muro, su mano permanece en el cuello del hombre que ahora se retorcía de dolor. De un puñetazo en la mejilla dejó al hombre en el suelo. Otro se le acerca y empezaron a darse de puñetazos, el otro hombre regordete lo hacía muy torpe, Hwan sabía cómo moverse y el hombre no logró golpearlo ya que los esquivaba, de un segundo a otro el hombre estaba sangrando en el suelo, otros dos aparecieron, entre dos hombres logran que Hwan cayera al suelo, ambos llevaban palos de madera que quizá encontraron entre los escombro.

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora