Capítulo 5

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— ¡¿Qué ha sucedido?! —Raley exclama cuando subimos a su auto

—Darius, Darius estuvo aquí. —Hwan contesta y a Raley casi se le salen los ojos

—¡¿Qué?! ¿Ahora está aquí? Maldición... —Dice angustiado mientras va conduciendo 

—Ha envenenado a Rose, llévanos a tu casa cuanto antes.  —Hwan le dijo

— ¡¿Cómo que le ha envenenado?! 

—No es muy grave, pero la ha olfateado, además le ha quemado el cuello, ahora tiene su aroma dentro de él. Es importante extraerlo cuanto antes.

—Es mejor ir al río, está más cercano ¿Rose cómo te sientes? —Raley cuestiona

—Creo que tengo fiebre, no estoy muy segura. —Susurro con la mirada perdida y Hwan toca mi frente tanteando

—Está ardiendo en fiebre, ¡Apúrate Raley! —Exclama Hwan

— ¡¿Necesitará medicamento?!

—Si, unas píldoras.—Hwan menciona

En unos minutos después Raley estacionó el auto al lado del río, me ayudaron a bajar del auto y tropecé cayéndome al césped.

— ¡Raley te dije que le sujetaras! —Hwan grita reclamando

—Es que los nervios me ponen estúpido. —Explica Raley

—Déjala en el césped, ahora ve a la farmacia, compra unas píldoras para la fiebre, esto se tiene que controlar ahora. —Ordena Hwan y Raley asiente

—Ahora regreso. —Dijo Raley alejándose a pasos rápidos.

Obtengo una vista del cielo, estaba pintado de un lindo color azul, cada segundo que pasaba mi vista se ponía aún más borrosa, mi respiración estaba acelerada, mi pecho subía y bajaba repetidamente. Miré hacía mi costado y ahí estaba Hwan sobre sus rodillas, se estaba quitando su chaqueta.

— ¿Cómo te sientes? 

—Me arde aún más el cuello. —Murmuro y él toca su frente agobiado, parecía que enloquecería 

—Lo tengo que hacer ya, el dolor va a desaparecer pero la fiebre permanecerá, no puedo hacer nada contra la fiebre pero sí con lo otro, sólo necesito que no te retengas, si empieza a doler más mientras lo esté haciendo sólo será por poco tiempo. —Asiento ligeramente

Hwan coloca una mano bajo mi cabeza para poder sostenerla, la otra la puso en mi hombro para tener mejor ubicación y tener acceso por mi cuello. Primero empieza a palpar con sus dedos la zona, parecía que lo examinaba, después acercó su rostro entre mi cuello, era lo más cercano que había tenido a Hwan, yo sólo miraba sin hacer nada. Sentí como él empieza a olfatearme, sentía su respiración cálida chocar en mi cuello, y el roce de su nariz en mi piel.

Él coloca su mano en mi mejilla, soltando mi cabeza, baja la mano por mi cuello del otro costado en donde estaba concentrado, hacía presión ligeramente con sus dedos. Escuchéo cómo él suelta un pequeño quejido, el hecho de estarme quitando el veneno de Darius y ahora tenerlo él lo estaba dañando. 

Sentí cómo empezaba a arder un poco más, inicio a moverme alterada por el dolor que sólo aumentaba cada vez más. Coloco una mano en el hombro de Hwan tratando de tirar de él para que se alejara, fue inútil ya que Hwan permanecía ahí. Hwan toma de mi muñeca evitando que me moviera más. Después de unos segundos Hwan se detuvo de golpe alejándose, aún sobre sus rodillas se acerca a los arbustos a empezar a toser y escupir, parecía como si se estuviera ahogando.

Me reincorporo y presto toda mi atención en él, ahora que pude ver más claro el líquido que salía de él era sangre. Hwan al terminar voltea hacía mi algo desorientado.

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora