Capítulo 3

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—¡¿Hwan?! ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Cómo entraste?! —Cuestiono asustada

—No necesito que me abran la puerta Rose. —Él lanza una risita

—¿Cómo entraste? —Vuelvo a preguntar

—Estaba fuera de casa, iba a tocar pero el estúpido ese... —Lo interrumpo

—¿Cuál estúpido? —Cuestiono mientras me pongo de pie frente a él

—Un tarado, estaba afuera y empezó a gritarme. Lo miré que salió justo de ésta casa y se acercó a un árbol, bajó su bragueta y... empezó a orinar ahí. —estallo en carcajadas, la cara de Hwan era confusión pura—. Me preguntó que asunto tenía ahí, quizá por que me miró sólo de pie observándolo, creo que me confundió con un pedófilo o algo así después empezó a correrme.

—¿En serio?

—Tan sólo me dedicaba a mirar la casa encontrando la forma de poder entrar de una buena manera para no parecer un psicópata y terminar entrando así como entré. 

—Pues ya pareces uno apareciendo así como así y espiando a mi hermano. —Hablo divertida, Hwan coloca las manos en su cintura echando un pie para delante.

—Pues no tenía otra opción. —Lanza ambas manos al aire, se escuchó una pequeña risita por mi parte

—Ya bueno, ¿Y qué más?

—Primero, al verme se asustó y se acomodó el pantalón, y después me dijo algo como: ¿Buscas algo por aquí? Y yo no le contesté —Lo miraba atenta escuchando su historia—. Y de ahí empezó a echarme de tu patio.

—Hablaré con él luego. Tendré que explicarle sobre esto algún día. —Hwan asiente

—¿Qué te ocurrió en los labios? —Cuestiono viendo que le habían partido el labio. Él se tantea con cuidado con el dedo índice.

—Es un pequeño golpe solamente. Los golpes en mí tardan unas horas en desaparecer y sanar.

—¿Qué te ocurrió? Tienes rasguños por todo el cuello Hwan. —Murmuro asustada viendo como estos salían por debajo de su camiseta pintados en su cuello.

—Bueno, yo estuve ahí hoy Rose. 

—¿En dónde?

—En el accidente de la calle Byllaler, hubo veintiséis heridos y dos muertos. Yo lo vi todo. —me quedo con la boca abierta, una mosca podría entrar y quedarse a vivir ahí.

—¿En serio? Nunca te vi... nunca estuviste ahí. —reprocho.

—¿Piensas eso? ¿Quién crees que detuvo que Darius fuera tras de ti y ese chico? —me confiesa—.Te dije que esto no era un juego, y el fue el que me ha hecho. ¿Te hizo daño? —niego

—Pensé que tan sólo no había ido tras nosotros por cansancio. —él niega

—Nunca se cansará Rose.

La luz que entraba por la ventana daba justo en su rostro, ahora podía ver la ropa que llevaba, era una camiseta negra de botones que iba muy ajustada a su cuerpo, llevaba unos pantalones negros de vestir y unos zapatos negros relucientes, llevaba un ligero mullet en su cabello castaño.

—De hecho, tenemos muchas cosas que hablar sobre él, tienes que conocerlo muy bien y yo te contaré todo sobre este tipo de ángeles, sus debilidades, de dónde toman fuerza, su energía, sus hab... —Raley abre la puerta del baño y sale con unos holgados pantalones de pijama, su rostro refleja confusión.

—Hmm... Raley, te presento a Hwan. —Él dirige su mirada a mí sorprendido al ver al mismo Hwan frente a él

—Raley Toms. —Raley acerca su mano temblorosa para estrecharla, Hwan acepta extendiéndole su mano

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora