Capítulo 21

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—Alice y Stephen Cooper, adelante por favor —La mujer morena dice amablemente—. El doctor los está esperando.

Ambos se ponen de pie para abandonar la sala de espera de Children's hospital, siguen a la enfermera hasta una puerta de madera en donde ella impacta sus nudillos solicitando permiso para entrar.

—Llegaron los padres, doctor Anniston.

—Gracias, puedes retirarte. Adelante señor y señora Cooper, ¿Cómo han estado?

La enferma sale de la oficina mientras ambos se sientan frente al escritorio del consultorio.

—A decir verdad dormimos muy poco estas últimas dos semanas que ha estado aquí y no en casa.

—Comprendo su dolor Alice, yo también tuve un hijo hace poco internado, pero lo bueno es que ha vuelto a casa sano, nunca bajé la esperanza.

—Ambos permanecemos con la misma esperanza del mismo día, díganos cómo está él.

—Le ha aparecido una anomalía dentro de su organismo cerca del corazón, extrañamente no hemos reconocido muy bien de que se trata, le hemos hecho análisis, rayos x, y aún no reconocemos que se trate... Sobre su respiración, esta semana tuvo una interrupción en la respiración inesperada, pudieron regularlo pero fue demasiado para su corta edad, está entubado para que pueda respirar.

—Doctor... —Alice se le rompe la voz antes de poder terminar su oración, Stephen la consola sobando su espalda con una mirada llena de pena.

—Tuvo análisis de laboratorio, y no nos dice nada concreto, es algo muy especial el caso del niño Cooper.

—No puede... no sé, que no le den estos paros de aire cada rato, dice que le duele el pecho que... —Alice apenas podía pensar en lo que decía.

—Sí, el niño sufre de momentos en los que el aire se le va por completo, mis enfermeras lo tienen bajo cuidado toda la noche, créame que conozco la situación.

—¿Y por qué no puede darle un medicamento?

—Estamos dándole de todo señor Cooper, pero él progresa de una manera muy lenta.

—¿Cómo está ahora? ¿Podemos pasar a verlo?

—Está estable, pero no es favorable que tenga visitas ahora, será mejor que vuelvan mañana. Y me temo que con toda la pena tendré que tocar este tema, pero en la ultima semana de hospitalización no se han registrado el pago de la cuenta.

—Lo sabemos, doctor Anniston.

—¿Cuentan con todos los recursos para liquidar la cuenta, no?

—Sí doctor, lo haremos en cuanto tengamos oportunidad de ir a la caja. —Stephen le aprieta la mano levemente a su esposa por debajo de la mesa, sabía que no llevaba ni un centavo en el bolsillo

—Muy bien, por ahora iremos viendo el avance de su hijo, les estaré avisando y también seguirá supervisado.

H W A N

—¿Estás diciendo que me haga pasar por desmayado para que el doctor de la prisión no atienda a Ebony mientras mágicamente tú te conviertes en doctor sin haber estudiado 10 años para serlo?

—Sí, algo así. —Respondo escuchando lo mal que suena mi plan

—No creo que sea bueno que entres a la enfermería de Denfurg a un lado de un preso que hizo muchísimas cosas y cometió delitos. —Raley levanta su dedo mientras habla

Ángel Guardián Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora