Ángel Guardián Negro

Capítulo 11

—A ver, a ver, déjame recopilar todo el desastre que acabas de decir. —Raley mueve sus manos rápidamente—. Dices que para terminar con un guardián negro, ¿se tiene que saber por qué murió?

Hunter asiente simple, como si no fuera una barbaridad.

—Sí. Es la única forma, y créeme que me estoy comprometiendo mucho con darles esta información ya que él y yo pertenecemos a la misma sociedad y es ponerme la soga al cuello y a mi mundo igual.

—¿Y a nosotros que nos importa eso? —Raley cuestiona y yo golpeo su hombro quejándome—. ¿Qué?

—Pues quieren seguir con esto hasta que uno acabe muerto allá ustedes.

—¡No! —exclamo negando con la cabeza—. No, queremos saber más, ¿qué es exactamente lo que tenemos que saber?

—Pues, como ha muerto, quién fue, en qué día y año, no creo que sea tan difícil para unos humanos.

—Gracias Hunter, y gracias por la ayuda en verdad, y de aceptar unirte a nosotros. —Hwan le extiende su mano y Hunter la ve dudoso, él suelta una risa bromeando y estrecha su mano

-¿Y ustedes como se conocieron? —cuestiono intercambiando miradas entre ambos

—Pues...

—Cuéntales tú. —Hunter cruza sus brazos

—Lo conocí hace un año, estaba protegiendo a un chico y mientras él tenía otra asignación se metió en mis asuntos, creo que hubo una pequeña rivalidad esa vez pero de ahí ya no volvimos a tener problemas, o eso creo.

—Eso creo...

—¿Y crees que con un arma podamos herir a Darius?

Hunter suelta una carcajada.

—Pues lo podía retener un tiempo, pero créeme que si me metes una bala nomas me daría cosquillas. -él dice entre risas.

—En serio Hunter. —digo con cero gracia

—Sí, sí sí... -habla para después carraspear—. Podrías ganar algo de tiempo con eso, busca darle directo aquí. —dijo señalando su pecho.

—¿En el corazón? —Raley cuestiona poniendo toda su atención.

—Directamente.

Un grito procedente de la habitación de Tom llama la atención de todos, era su voz, era él.

Me dirijo a las habitaciones para empezar a subir rápidamente seguida de Hwan y Raley, Hunter no sabía ni que ocurría.

Abro la puerta de golpe haciéndola chocar contra el otro muro, Tom estaba semi sentado con sus manos frotando sus ojos, me acerco al borde de la cama y coloco mi mano en su hombro.

—Fue una pesadilla Tom, vuelve a descansar por favor. -digo intentando devolverlo a recostar.

Él me envuelve en sus brazos por mi cintura yo aún de pie, su respiración estaba agitada y la luz aún seguía apagada.

—Lo siento Tom por hacerte pasar esto, descansa, me quedaré aquí hasta que duermas. -digo sentándome y él me suelta regresando a recostarse, le pongo su manta de nuevo hasta el pecho.

Volteo asintiendo a Raley y Hwan, Raley hace lo mismo cayendo en cuenta que me dejaran sola con él para después cerrar la puerta.

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T O M

—¿Cómo va la escuela hijo? —mamá me pregunta con su vista en la carretera.