La princesa villana [Pausa]

En Ruinas

Liliana había olvidado un poco el dolor que era ir en aquellos carruajes, podía observar frente a ella a un Esther cómodo y solo se preguntaba cómo es que podía estar así luego de horas en aquella máquina de tortura, tenía tantas ganas de levantarse y estirar sus piernas, no sentía ya de la cintura para abajo, suspiro pesadamente lo que llamo la atención del pelirrojo que al verla sonrió levemente.
—ya casi llegamos, solo resiste un poco más.—
Dijo intentando contener la risa al ver la cara de sufrimiento de la joven contraria.
—si ando perfectamente, podría seguir asi un día más. —
Dijo sentándose derecha y tratando de verse elegante aun con una mueca en el rostro lo cual solo aumentaba las ganas de reirse del contrario.

El carruaje se detuvo en la entrada de un pequeño bosque, ambos bajaron de este y pudieron observar un pequeño sendero que se adentraba entre la arboleda, Esther regresó a darles instrucciones a los guardias quienes empezaban a armar un campamento en aquel lugar, liliana respiró profundamente y comenzó a caminar por aquel sendero, el pelirrojo se apresuró para caminar a su lado, estaba alerta por si pasaba cualquier cosa. Ambos caminaron unos cuantos minutos hasta que llegaron a un claro en medio del bosque, era un campo bastante hermoso a la vista, solo se podía observar un gran árbol cerca de lo que parecía unas ruinas.

—ese es...
—es el templo de la luna.—
Dijo la castaña interrumpiendo al mayor, se acercaron más hasta que podía tocar los escombros, las plantas habian crecido entre estos, Liliana no entendia que había pasado para que esas grandes y pesadas columnas de piedra quedaran en aquel estado, se separon un poco de su acompañante adentrándose entre las ruinas. Esther por su parte sintió curiosidad por aquel árbol por alguna razón, se acercó y colocó su mano en este, sentía que habia pasado algo muy importante en aquel lugar pero no sabia como explicarlo, era una sensación extraña que llenaba aquel lugar de misterio.

Pasando la mano por aquellos muros la castaña seguía recorriendo el interior del templo, hasta que vio una pequeña habitación casi intacta, curiosa entro en esta, no tenía nada ya el pasto cubría el suelo y enredaderas tapaban lo que parecía la ventana, estaba apunto de irse cuando notó en una esquina un pequeño cofre de  eslo que parecía ser oro, se arrodilló cerca de este y quito la hierba que tenía al rededor, observo bien su aspecto por fuera y cuando la volteo esta se abrió dejando caer un pequeño cuaderno, estaba intacto, como si algo lo protegiera de la intemperie, dejo aquel cofre para tomar el cuaderno.
—lu..?
Era todo lo que se podía leer en este, cuando lo abrió se dio cuenta que tenia páginas arrancadas, ella recordaba ese tipo de papel, eran las notas que Esther le había mandado.
—la continuación del diario—
Dijo la princesa con una sonrisa, cerro el cuaderno y corrió buscando al pelirrojo para contarle su hallazgo. Después de regresar a donde se separaron Liliana se asustó, no veía al joven por ningún lado.
—Esther!!—
Gritaba mientras caminaba por aquel lugar, llego hasta el gran árbol y volvió a gritar el nombre del pelirrojo pero no parecía estar cerca, levanto la mirada al cielo y se dio cuenta de qué estaba la luna llena.
—pero, era de día hace un momento.—
Susurro para si misma apegaba el cuaderno a su pecho asustada.

El pelirrojo que se había quedado cerca del árbol un tiempo notó que la princesa no volvía de las ruinas asi que decidió buscarla.
—Princesa! ¿encontró algo?—
Gritaba mientras esperaba alguna respuesta pero al no recibir nada desenvaino su espada y corrió hasta las ruinas, en donde no pudo encontrar nada, solo un pequeño cofre tirado en medio de una habitación que parecía ser un cuarto, empuño la espada con fuerza y corrió para investigar el perímetro mientras llamaba a la joven princesa entre gritos.