La princesa villana [Pausa]

Primer Cambio

La pequeña castaña acababa de terminar su almuerzo, sentada en el sofá movía sus pies nerviosa, en cualquier momento las mucamas entrarían a arreglarla para la fiesta de la tarde, sería diferente a sus demás cumpleaños ya que en lugar del banquete real harían un pequeño baile debido a que el rey vecino junto con el príncipe irían a verla, y según sus recuerdos desde ese momento la antigua Liliana había quedado encantada pero está vez tenía que cambiar eso, sabía que pasaría pero no estaba segura si podría tener la voluntad suficiente para evitar que volviera a pasar.

-princesa es hora. -

Suspiro pesado y se levantó para arreglarse, ya había notado desde que desperto de su pesadilla que habían empezado a circular rumores sobre ella, ya de por si era educada y amable pero no dejaba de hacer cosas que cualquier niño o niña de 10 años harían, solía jugar con sus peluches o pedir jugar con las mucamas, solía ser muy risueña y algo traviesa, pero tenía todos los recuerdos de su vida de adulta, lo que menos quería era gastar tiempo jugando, tenía que pensar en las cosas que debía de evitar.

Entre ellas estaban el no enamorarse del príncipe, evitar acosar a Sophia y en general evitar acercarse a ella, era mejor si lograba evitarla así nadie la culparia de nada, aunque tenía bastante tiempo para su encuentro con ella, y sobre todo sabía que aquella joven no era la dulce heroina que se suponía que era, la risa al final indicaba que su muerte era algo que ella había disfrutado,  sacudió su cabeza intentando no pensar en eso.

Decidió que antes de ir al baile saldría al jardín a despejar su cabeza, camino lentamente entre los rosales con su hermoso vestido color menta, su cabello sujetado en una trenza con algunos adornos dorados en forma de flores, llegó hasta un sause llorón en el que colgaba un pequeño columpio, sonrió y se acercó, su nana le había dicho que ese era el lugar favorito de la difunta reina, su madre, ella nunca la había visto más que en los retratos ya que murió cuando tenía un año debido a una enfermedad, se sentó en aquel lugar pero con el vestido y lo pequeña que era le resultaba difícil lograr balancearse.

Movía sus piernas intentando moverse pero no obtenía el movimiento deseado, suspiro y estaba a punto de bajarse cuando sintió un leve tirón en las cuerdas del columpio, alguien se encontraba detrás de ella, antes de voltearse una suave voz la detuvo.

-sujetate, te ayudaré un poco. -

Dijo para después empujar aquel columpio, la pequeña sonrió ante los balanceos, cerró los ojos mientras sentía el aire en su rostro, el movimiento se detuvo después de un rato y ella bajó de aquel lugar, se volteo sonriendo pero la sonrisa se desvaneció cuando se encontró con aquellos ojos verdes que conocía perfectamente, su cuerpo se congeló por un momento al recordar todo y no pudo evitar sentir miedo de su destino, ella tomó su vestido y se inclinó un poco en una reverencia.

-s.. Saludos su alteza. -

Temerosa de subir su mirada continuo con la mirada en el suelo mientras jugaba nerviosa con sus pequeñas manos hasta que escucho una pequeña risa, lo que la dejó alterada.

-perdone mi rudeza, es un gusto mi Lady, princesa Liliana. -

Dijo dejando una leve reverencia, Liliana estaba asombrada, recordaba que la primera vez que lo vio el no mostró ninguna expresión, pero ahora mantenía una leve sonrisa, sus mejillas se tornaron levemente rojizas, "mi príncipe, ¿porque me sonríes de manera tan gentil ahora que no espero por eso?"