La princesa villana [Pausa]

Mi Caballero

El gran castillo era justo como lo recordaba, una sensación de nostalgia la invadió pero a la vez su estómago se revolvió, cada rincón de aquel lugar estaba lleno de recuerdos y unos no eran los mejores. Sacudió levemente su cabeza y tomo sus mejillas con ambas manos, tenia que calmarse, respirar profundamente y solo continuar. Fue hasta su habitación en el castillo, ordeno a sus damas que salieran y se quito varias capas de sus prendas hasta quedar en camisón para despues saltar a la cama y estirarse por completo en estas, el viaje la tenia agotada física y mentalmente, tomo una de las almohadas y la abrazo mientras suspiraba.

No se dio cuenta en que momento se quedó dormida, la puerta del balcón se había quedado abierta y la brisa soplaba suavemente moviendo las cortinas de seda ligeramente. La puerta de la habitación se abrió lentamente, una silueta se adentro en la habitación, después camino hasta el balcón y cerro este, se dirigió a la orilla de la cama donde vio a la princesa dormir profundamente, tomó la sábana y la tapo un poco.
-me alegra volver a verte después de tantos años.-

Al día siguiente Liliana se despertó temprano y fue directamente al gran comedor, estaba emocionada de ver a la pequeña princesa Amalia, se habian vuelto unidas la anterior vez y deseaba que fuera así de nuevo, gracias a ella soportaba estar en el castillo sin sentirse sola por completo. Al entrar a aquel salón notó que estaban todos, le intimido un poco pero respiro profundamente y se sento al lado del príncipe Corthis, enfrente de ella estaba la pequeña Amalia a la cual saludo con una sonrisa, otra sonrisa que también noto fue la del segundo príncipe Geral.
-es un gusto verte de nuevo Liliana, espero que te sientas cómoda.- mencionó el Rey antes de hacer un ademán para que los sirvientas sirvieran la comida.
-es un placer para mi estar aqui su alteza.- dijo inclinando su cabeza un poco a manera de leve reverencia.

El desayuno paso sin más, pronto se encontraban levantando los platos, el rey habia conversado con sus hijos un poco sobre sus tareas pero no paso más, antes de retirarse el Rey volteo a ver a Corthis e le indicó algo que Liliana no alcanzo a escuchar.
-Liliana, necesito que vengas conmigo. - Dijo el príncipe heredero mientras se levantaba de la mesa, la  joven castaña asintió y de igual forma se levantó y comenzó a seguir a Corthis.

Caminaron en silencio por los pasillos del palacio, dirigiéndose al jardín, Corthis miraba de reojo a la joven que parecía ya conocer la ruta, parecía absorta en sus pensamientos,había decidido platicar con ella acerca del compromiso pero no pudo hacerlo desde que encontraron a la otra chica en el bosque, desde ahí parecía concentrada en otra cosa así que no encontraba momento para hablar de eso aún. Llegaron hasta la los jardines donde se detuvieron, el príncipe volteo a verla y ella lo miró con atención, fue un leve momento donde sus ojos se encontraron pero fue suficiente para que ambos olvidarán por un segundo todo.

-Su alteza el príncipe heredero y su alteza la princesa Liliana, es un honor estar aquí hoy ¿ah interrumpí algo? -

Liliana volteo a ver al joven que había hablado, era un joven bastante apuesto, le recordaba a alguien pero no sabía a quién exactamente, su cabello era pelirrojo y algo ondulado, sus ojos eran café claros y tenía leves pecas... Liliana quedó sorprendida de sus características y de inmediato lo reconoció aunque casi nunca lo había visto antes.

-Esther Sellainen, justo a tiempo.-

Esther Sellainen, el hermano mayor de Sophia, sin duda la belleza era de familia, recordaba poco de él, sabía que era un caballero bastante diestro en el manejo de la espada y que se convertiría en el segundo mejor caballero solo por detrás del Príncipe Geral.

-Liliana, tú padre y el mío pensaron que sería mejor que tuvieras un caballero como escolta por lo joven que aún eres, Esther es un caballero prometedor así que no tendrás que preocuparte.-

Con asombro la castaña miró a ambos jóvenes, no entendía nada, el pelirrojo se inclino y tomó la mano de la joven mientras dejaba un beso en el dorso de esta.

-no dejaré que nada la lastime, mi lady.-