Cristina
No podía ser, no me podía creer que ese chico tuviese el mismo dije que yo, el mismo dije que toda mi familia, no podía ser casualidad. Necesitaba buscar alguna manera para poder hablar con él y no levantar sospechas. La presentación había terminado con éxito y estábamos a fuera, en tiempo libre, habían puesto mesas con comida para que todos los que estábamos pudiésemos comer.
No paraba de mirarle, y cada vez que lo hacía, me estremecía de pies a cabeza, algo me decía que ese chico estaba unido a mí y a mi familia desde mucho antes de conocernos. Cantaba muy bien y su suave voz me removía por dentro.
Miraba a mí mejor amigo y tampoco podía dejar de mirar a ese chico moreno, de ojos marrones que no paraba de saltar con sus amigas emocionado. Su mirada era enternecedora, y sonreía como solo se puede sonreír cuando empiezas a sentir cosas por alguien, pero no podía, era demasiado pronto, apenas se conocían.
Yo seguía rota, destrozada por el abandono de Sebastián, y aunque cada vez dolía menos, venir a España había supuesto recordar ese viaje que hicimos a Madrid. Con cada latido, más dolor, no podía soportarlo — ¿Te sentís bien? — Mechi, me sacaba de mi ensimismamiento con su voz, el rubio de su pelo se reflejaba cuando hacía demasiado sol.
Me miraba preocupada — Si, si estoy bien… — Me acariciaba el brazo y me sonreía con ternura, como solo ella sabía hacer en momentos así — ¿Sabés que podés contarme lo que sea verdad? — Asentía sin pronunciar palabra con una nebulosa en mi cabeza, había muchas preguntas que tenía que responder, y recuperarme de un corazón mal herido.
Al poco rato, volvía a mirar a mis compañeros y amigos y en esta ocasión era Ruggero el que no podía dejar de mirar a esa chica morena que acompañaba al chico que yo había descrito.
Su mirada era seductora y aunque la chica seguía hablando con sus amigos y comiendo, como lo estábamos haciendo todos, mi mejor amigo no paraba de guiñarle un ojo, y por alguna extraña razón un escalofrío recorría mi espalda, presentía que iba a ver problemas muy gordos.
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Alcancemos Las Estrellas (En proceso)
Romance...Y cuando crees que nada más puede ir a peor, va la vida y te da un nuevo golpe, a través de malas personas, malas decisiones, a través de una tristeza que no cesa y asfixia, y lo peor aún, situaciones al límite que hacen replantearte si vivir es...
