Entonces, la prueba fue... interesante. No en el mal sentido, solo que no ocurrió como esperábamos, o al menos como yo lo esperaba.
Para empezar, Taylor y Diego se juntaron unos minutos a hacer una lista, juntando las ideas de los dos sobre lo que podría hacer. Finalmente, me pusieron enfrente de un blanco y me dijeron que hiciera variadas cosas, como "ensombrar" cosas, o teletransportarme.
Cuando terminé, Diego sacó su libreta y dijo:
-Llegué a una conclusión.
Taylor y yo lo miramos, expectantes.
Él suspiró, decepcionado.
-Literalmente todo está normal. Hay un poco más de potencia en los ataques pero, por lo demás, parecería que nada cambió.
Tay resopló. Yo me encogí de hombros, ya que no esperaba mucho más.
Dí un paso adelante, con la intención de volver con los chicos, pero al pisar mi sombra, me hundí en ella. Ahora, no es como en el eclipse, que no podía controlarlo, y que me "sombratransportaba" en cualquier lugar, sino que esta vez no estaba en ningún lugar que yo conociera. En el espacio que me rodeaba no había más que oscuridad en todos lados. No había paredes ni techo visibles. Miré abajo. No parecía haber un piso, sino más oscuridad, pero yo me estaba apoyando en algo...
En frente mío aparecieron un montón de pantallas, flotando sobre la oscuridad. Mostraban imágenes de todas partes del mundo. Algunas las conocía: Jake y Cam, tomando un batido, Manuel Connor, caminando por la calle, y Diego y Taylor, con expresión de desconcierto. Me concentré en eso, y la pantalla se agrandó, mientras que las otras desaparecieron.
Salté adentro.
Taylor y Diego estaban discutiendo.
-¿Se fue así como así?
-No se Tay. Seguro que Eri tenía que hacer algo urgente.
-Igual, se hubiera despedido- refunfuñó ella.
Les pasé la mano buena por enfrente. No reaccionaron. Miré para abajo. Mi sombra no estaba, sino que yo era la sombra de Taylor.
-¿Chicos?- hablé.
Ty se tensó. Mi otro amigo casi da un salto.
-¿Escuchaste eso?- murmuró Tay, sacando una pistola de su bolsillo.
Él asintió, muy tenso.
-Chicos, soy yo...
-¡Fantasma!- gritaron al unísono, y ella disparó una bala que me traspasó.
-¿Por qué le disparás a un fantasma?- preguntó Diego, desconcertado- Es obvio que va a traspasarla.
-¡No se! ¡Me asusté!- se excusó.
-¡Yo también me asusté!
Ella lo miró.
-¿Te dan miedo los fantasmas?
El se recompuso.
-No son lógicos. Se supone que los espíritus no están en el mundo corpóreo. No me gusta la idea de que un muerto aparezca en mi herrería.
Ty pareció encontrarle la lógica.
-... Érica- terminé de decir, suspirando.
Ahora los dos se atragantaron con su propia saliva al unísono.
-¿Érica es un espíritu?- preguntó Diego.
-No, Érica NO es un espíritu- contesté- al parecer soy la sombra de Tay.
Tay miró para abajo, a su sombra.
-¡Épico!
Diego dio un paso adelante, cuidadosamente.
-¿Como, exactamente?
-Ni idea- admití.
Taylor le dio un golpe amistoso en el brazo.
-Y dijiste que Eri no tenía habilidades nuevas.
El se rascó la nuca.
-Es que eso pensé.
-Creo que ya se que hacer- dije, resolviéndome.
Salté encima de la sombra de Taylor, y volví a aparecer en el lugar de las pantallas. Luego procedí a volver a saltar, esta vez en el piso inexistente, y volví a aparecer en el cuarto con mis dos amigos. Esta vez parecían verme.
-¡Eso fue genial!- exclamó mi amiga.
Mi amigo asintió. Diego parecía confundido, pero emocionado.
-¿Como te convertiste en una sombra, Eri?
-No se- dije- me metí en mi sombra y aparecí en...
Los miré, teniendo una idea.
-Agárrense de un brazo.
Agarré al que tenía más cerca, y salté. Aparecimos en el mismo lugar. Los dos lo miraron con el mismo asombro.
Taylor parecía estar a punto de tener un ataque de emoción.
-¡¡¡Esto es increíble!!! Y en el buen sentido.
-Concuerdo- dijo Diego, con sus ojos verdes abiertos como platos- parecería que desde acá podrías ver en todas las partes del mundo en las que hayan personas, en tiempo real, como si fueras su sombra, solo que con mejor visión.
-Ehh, si. Es justo lo que iba a decir.
-Y al parecer también podés estar en el lugar, pero sin estar físicamente ahí- continuó el.
-Genial- Taylor estaba al tope de la felicidad.
Volvimos, a pesar de que Taylor quería seguir viendo. Quedamos en que volveríamos a tratar el día siguiente.
Diego se aclaró la garganta.
-Chicas, me alegro en decirles que creo que, finalmente, pude haber llegado a una conclusión que puede que sea correcta- me miró- sobre las nuevas habilidades de Érica.
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Sombras y Fuegos
Action"Aprender a manejar una doble vida como vigilante y estudiante de secundaria... listo. Evitar ser manipulada por los poderes mentales de la chica mala del colegio... listo. Entregar el trabajo de robótica a tiempo... listo. Decirle a tu amigo que su...