Mente despejada

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El día se vuelve tan tranquilo cuando viene el ocaso de la tarde, es como si agua cristalina con el color del crepúsculo empezara a bañar mi cuerpo, su rica calidez de exparse por todo mi cuerpo, empieza a sentirse un calorcito que deja dormido mi ser, empiezo a pensar menos y simplemente quiero sentirme así más
Tiempo, se siente tan bonito que quiero seguir en este bonito mundo. Por fin mi mente descansa y empieza a eliminar toda esa información que perturba mi cálido sueño, empieza a soñar con un mundo arriba del todo, donde las nubes están libres y el sol reina, un lugar donde te quieres quedar siempre, un ser de luz ilumina mis ojos y pinta del color del ocaso el más grande lienzo que conozco, el firmamento que antes era raso ahora tiene un tono cálido y da una una sensación de que se puede volar lejos.

Literatura AbsurdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora