Hola, buenos días nuevamente, esos hermosos ojitos verán otro día más el sol reluciente, levantarás tu cabello y sacudirás tus manos como si para despertar mejor se tratara.
Yo te daré el buenos días otra vez, aunque después de que despiertes tú otra vez, de tu largo sueño matutino, duermas otra vez, que mis palabras no quedarán en el aire, con mis brazos acogeré esa bonita silueta y no dejaré que su calor se pierda en el frío del aire, con un besito recogeré tus ganas de superarte otro día más, y con una caricia en tu hermoso rostro verás el orgullo que siento por tu esfuerzo diario.
Nena, te veré después en la tarde, cuando el sueño no me gane y después de organizar mi tiempo yo te recibiré con los brazos extendidos nuevamente para comenzar lo que falta del día y terminarlo con la noche o la madrugada que encanta a nuestra soledad, cuando nos acompañemos para compartir el mismo calor y juntemos nuestros cuerpos con amor.