Oh nena, recuerdo muy bien lo mucho que te amé, recuerdo tan vívidamente las promesas que te juré... Aquellas rotas promesas que dejan a mi ser en una olvidada sonrisa que se lleva el viento, y solo en mis labios queda el leve dulzor de nuestro amor, a penas se nota que de verdad queríamos que esto sea para siempre.
Pero tú eres tan perfecta que yo no puedo seguir con esto, no pude ni podré, el hacerte infeliz y dejarte llorando mirando la ventana mientras llueve, preguntándote una y otra vez mientras golpeas tu cabeza y frotas tu cabello el "¿Qué hice mal?"
No te lamentes por mis problemas, piensa nuevamente en ti, y mírame como lo que soy, nunca fui el amor de tu vida, y mucho menos esa persona tan especial que te hizo querer despertar cada mañana para dedicarle un nuevo día de su vida, a tus ojos tal vez lo fui, a los míos nunca seré ni la mitad de lo que pensaste de mí. Mi forma de ser egoísta te dirá que me odies, sé lo generoso que es tu corazón, lo mucho que me amaste, pero quiero que me odies porque para mí eso es amar, querer y ya no querer.
Te odio demasiado por ser la razón de que yo ya no quiera seguir con la relación.
