Extraño la verdad que viví.
Miro los parajes del amor nuevamente, como si me pertenecieran.
Es algo que perdí hace mucho, algo que no se puede recuperar.
Los suspiros de la quietud de la madrugada resuenan en mis oídos. Dame más de eso...
Ya no siento la felicidad desde que te perdí, me siento incompleto y sin propósito; la cobardía no me deja morir, y tú no me has dado permiso de morir. Quiero que valga la pena esta vida, la muerte es algo tan cercano que me cuesta creer lo fácil que resulta saber que podría acabar todo en un pestañeo.
Lo que pienso, lo que soy y fui se perderá en los escombros de lo que alguna vez pasé y de los dotes que rebosaban del actual cascarón de inmundicia que dice esto.
Las canciones que me gustan tienen más sentido que antes... Pues ya lo sé todo...
