Extraño los momentos de mí vida, cuando era pequeño y los problemas no existían, donde llorar era la mejor solución al poco estrés y la nula depresión que por dentro casi no tenía.
Qué bonitos fueron esos años de mi vida.
Miro atrás como sí fuera a recuperar lo que perdí.
Las personas que me enseñaron el "cada día se aprende algo nuevo" tenían razón, la felicidad no se encuentra en lo que tienes, mas bien en el proceso de conseguirla.
Pero... ¿Y si no busco nada?
La respuesta es tan simple que sólo basta con quedarse quieto mucho tiempo.
Las preguntas que nunca pude responder de pequeño y ahora tiene la respuesta más concreta, fueron mi razón de felicidad en algún momento, pues saberlo todo quita sensaciones y sentimientos.
Un ser mortal que lo sabe todo... Una idea tan rebuscada.
Sin pensar en las consecuencias de saber tanto; nada complace la vanidad del corazón.
Está más que comprobado que nunca lo sabremos todo.
¿Por qué lo queremos saber todo?
Nos olvidamos de la felicidad real y de los demás. La muerte es el destino final de todos, pero algunos de los que disfrutaron en vida lo que los inteligentes no, vivieron felices.
Conclusión. La felicidad no puede ser eterna, y el conocimiento no te da la felicidad.
