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En todo el camino Castiel se mantuvo callado, miraba un punto fijo mientras parecía estar descolocado. Se había quedado mudo después de las palabras de su hermana, Dean había decidió acompañarlo por su seguridad, ya que no estaba en condiciones de irse solo.

El camino fue eterno, los dos estaban tan desesperados por llegar que se sentían nerviosos. Dean tomó la mano de Castiel desde que habían dejado el edificio. Era su manera de hacerle saber que estaba ahí.

-¿Cómo te sientes?-Preguntó sin saber qué más decir.

-No sé.-Castiel movió la cabeza después de una larga pausa.-Estoy nervioso.

-Todo va a estar bien.-Dean acarició el dorso de su mano con las yemas de sus dedos.

La puerta del elevador de abrió mostrando el blanco pasillo del hospital y Castiel se quedó inmóvil, su mano se tensó sobre la de Dean, Castiel tenía miedo.

-Cas...-Dean buscó su mirada. El mayor lo miró a los ojos.

-¿Qué pasa?-Dean analizó su mirada, pensó que estaría feliz por la noticia de su hermano pero parecía confundido.

-¿Ye si no quiere verme?-Los ojos de Castiel estaba vidriosos y Dean sintió que su corazón se partía.

-Claro que va a querer verte.-Dean se puso frente a él y acarició su mejilla.-Eres su hermano favorito, ahora solo concéntrate en que despertó.

Castiel asintió y Dean lo guió por el pasillo hasta donde estaban sus hermanos sentados fuera de la habitación, Michael miraba la alfombra del lugar mientras Hannah hablaba con él.
Cuando Dean y Cas se detuvieron, Hannah y Michael los miraron con ojos asesinos. Lucifer probablemente venía en camino, pues él no vivía en Nueva York.

-El doctor está dentro con Gabriel, le están haciendo algunas preguntas y lo están evaluando.-Dijo Hannah desde su lugar.

-¿Evaluando?-Preguntó Castiel.

-Estuvo muchos años en coma.-Dijo Michael con su típica voz frívola.-Quieren saber cuánto daño cerebral tiene.

Dean sabía perfectamente que las palabras de Michael eran con la intención de herir a Castiel, quien bajó la mirada. Dean y Michael hicieron contacto visual, los dos se fulminaron con la mirada.

-¿Era necesario traer a tu noviecito?-Preguntó Michael sin despegar la mirada de Dean.

-¿Algún problema?-Preguntó Castiel.

-Él no tiene nada qué hacer aquí.-Dijo Michael cortante.

-No te importa qué hago aquí.-Contestó Dean.

-No te atrevas a hablarme así mar-

-Michael, cierra la boca.-Hannah lo interrumpió, todos miraron a la mujer, que solo levantó la vista y los observó a todos hasta dejar su vista puerta en su hermano mayor.-Si Castiel quiso traer a su novio, no te importa.

Castiel alzó las cejas ante la respuesta de su hermana pero no dijo nada más. El doctor salió después de unos minutos y miró a los hermanos, todos se pusieron de pie y lo miraron expectantes.

-Aún no sabemos cómo despertó.-El doctor asintió y miró las hojas que llevaba en las manos.-Va a estar unas horas en observación para ver cómo responde.

-¿Está bien?-Preguntó Castiel.

-Solo necesita recuperación.-El doctor asintió y se alejó.

Dean y Cas tomaron asiento alejados de los demás, ahora solo tenían que esperar para saber si podía tener visitas.
Cerca de las ocho de la mañana Lucifer llegó, su expresión era similar a la de Castiel: estaba desconcertado.

𝙋 𝙍 𝙀 𝙔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora