20

392 54 2
                                    

San había perdido su vuelo a casa, él parecía no estar preocupado en lo absoluto pero Dean estaba bastante nervioso pues sabía que sus padres le reclamarían por no llevarlo a tiempo al aeropuerto.

-No puedo llevarte a clases.-Dean decía mientras metía libros a su mochila.-Tienes que quedarte aquí y no sé... ver una película pero no salgas para nada y no...

-No abrirle la puerta a extraños.-Sam lo interrumpió.-Lo sé Dean, lo has repetido tres veces en las últimas dos horas.

El profesor Johnson había decidido dar clases en domingo, así que no le quedaba de otra más que asistir y dejar a su hermano solo en casa con Castiel.
Dean soltó un suspiro y levantó el brazo alcanzando el cabello de Sam para revolverlo.

-No tardaré, lo prometo.-Dean tomó su mochila y salió del departamento. Sam tomó asiento en el sofá y revisó su móvil sin prestar mucha atención a lo que leía en la pantalla.
Castiel apareció detrás de Sam hablando con alguien en el móvil, sonaba cortante y parecía que hablaba con su hermana.

-No he tenido tiempo Hannah.-Castiel se dirigió a la cocina mientras hablaba.-No soy tu único hermano, no vengas a reclamarme.

El menor de los Winchester intentó ignorar la conversación de Castiel y mantuvo la vista fija en su móvil, minutos después Castiel terminó la llamada y salió de la cocina con una taza de café.

-Así que Dean te abandonó.-Dijo Castiel tomando asiento en el sofá de al lado, traía una botella de agua que dejó sobre la pequeña mesa de centro junto con su móvil.

-Solo por unas horas.-Sam se encogió de hombros.-Eso nos da más tiempo para conocernos.

-¿Conocernos?

-Si, ayer pude ver que son pareja, eso nos hace casi familia ¿no?-Sam se estaba haciendo el tonto pero sabía que Castiel no lo conocía la suficiente para saber eso. El mayor se atragantó con el café que tomaba, comenzó a toser y después miró a Sam.

-No, no, no tú hermano y yo no somos nada.-Castiel se aclaró la garganta.-Lo de ayer solo fue algo de una vez.

-Pero yo los vi juntos ayer, en la mañana...-Sam fingió confusión. Castiel miró a Sam por unos segundos esa misma expresión eran tan parecida a la de Dean.

-Vivimos en el mismo lugar niño.-Castiel frunció el ceño cruzando los brazos.

-No, me refiero a que yo los vi, ya sabes...-Sam se encogió de hombros.-Besándose.

-Eso...

-¿También fue algo de una vez?-Sam alzó las cejas y Castiel no pudo evitar pensar en que Sam estaba jugando con su mente.

Se había quedado sin palabras, afortunadamente llamaron a la puerta y Castiel agradeció internamente esa interrupción, se puso de pie sin decir nada y corrió hacia la puerta para abrir. Balthazar estaba frente a él sonriente y en cuanto terminó de abrir la puerta su amigo se abalanzó a abrazarlo, Castiel sorprendido por la visita de su amigo no le correspondió el abrazo, jamás lo hacía, no le gustaban.

-Pensé que seguías en Londres.-Castiel se mantuvo inmóvil, Balthazar se alejó sonriente.

-Llegué ayer, el intercambio me aburrió un poco y decidí volver.-Se encogió de hombros.

-¿Qué haces aquí?-Castiel cerró la puerta y miró a su amigo, Sam los observaba indiscretamente desde el sofá.

-Vine a saludar.

-Ni siquiera te gusta mi vecindario.

-Hoy tenía ganas de venir.-Balthazar puso una mano en su pecho haciéndose el ofendido.-También vine a conocer a Dean.

𝙋 𝙍 𝙀 𝙔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora