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Hoy había sido el último día de
clases, todos estaban emocionados por las vacaciones de invierno y celebrarlas en familia, faltaba una semana exacta para navidad.

Ash lo había invitado a una fiesta para celebrar el término de los exámenes finales pero Dean sabía empacar e intentar conseguir un boleto de avión barato a Kansas, sabía que debía volar de madrugada, pues a esa hora los vuelos eran más baratos pero parecía que la suerte no estaba del lado de Dean, no encontraba ningún viaje a Kansas desde hace 1 semana.

Pasó toda la tarde en casa viendo películas mientras intentaba encontrar un vuelo disponible.
Castiel se encontraba a su lado leyendo.

-¿Tienes planes para navidad?-Preguntó Dean, creía que ya tenían cierta confianza el uno con el otro, pero la verdad era que Castiel solo le decía lo que él quería que Dean supiera.

-No, me quedaré aquí.-Castiel no levantó la vista.

-¿Estarás solo en navidad?

-Es una simple fecha que la gente tiene como pretexto para reunirse en familia y ser hipócritas.

-Oh, ¿nunca celebraste navidad?

-No.-Contestó en seco.-Dean, agradecería que me dejaras leer.

-Lo siento.-Dijo Dean observándolo, nadie merecía estar solo en navidad, eso le parecía muy triste pero recordó que se trataba de Cas, él suele ser mi extraño.

-Eres un encanto.-Dijo Castiel mirándolo a los ojos por unos segundos, Dean sintió mariposas en el estómago con esas palabras.

Pocos días después logró conseguir un vuelo a Kansas para las 3 de la mañana, era demasiado temprano pero estaba emocionado de visitar a su familia.

Buscó regalos para su familia, tenían un juego en navidad que consistía en envolver regalos en empaques diferentes tamaños, u par de calcetines en una caja enorme o una camisa en una bolsa de papel pequeña, lo hacía para despistar a los demás, entonces escogen regalos y a la media noche abrían los regalos que cada quien escogió, después se los entregaban a la persona correcta, era bastante divertido pelearte con los demás para quedarte con algún regalo, ya que el que más regalos tuviera en su posesión recibía un premio, desde algún trofeo, descuentos en alguna tienda o un desayuno en su restaurante favorito.

Dean se consideraba completamente competitivo y siempre buscaba ganarle a Sam, quien también solía ponerse competitivo en los juegos familiares.
No podía esperar para ver a su familia, hace casi seis meses que se había mudado y solo tenía limitadas veces para hablar con su familia por videollamadas.

Faltaban 2 días para su vuelo y 3 días para Navidad, no tenía mucho que empacar, pero todo el día se dedicó a guardar su ropa y acomodar los regalos para después escribir tarjetas de Navidad para todos sus vecinos. Conocía a la mayoría y le agradaban bastante, así que le precia una gran idea desearles Feliz Navidad antes de irse, incluso hizo una pequeña carta para Castiel, se la entregaría justo antes de irse con la condición de que la abriera en Año Nuevo.
Le llevó el resto de la tarde escribirle una felicitación, ninguna parecía correcta.

Dean arrugó la hoja donde escribía y la aventó al cesto de basura, era su tercera bola de papel hasta ahora y aún no encontraba cómo desearle felices fiestas sin sonar tan ñoño.

Sé que no celebras, pero quiero desearte unas felices vacaciones de invierno, no seas tan amargado y sonríe más, tú sonrisa es muy lind

Dean arrugó la hoja de papel y la lanzó una vez más al cesto.
Después de varios minutos viendo fijamente el cielo nuboso a través de su ventana, tomó nuevamente una hoja y comenzó a escribir.

𝙋 𝙍 𝙀 𝙔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora