Natsuki [BNHA]

ESPECIAL 1.2

La voz de su hijo que siempre había sido imponente y segura... Ahora mismo se escuchaba como la de un niño apunto de quebrarse en llanto... Ella sabía porque Katsuki deseaba ir tanto al campo de batalla, pero a pesar de saber la razón no podía dejarlo ir, aún era un niño para ella, era su madre y por más grande que fuera su hijo para ella siempre sería el pequeño bebé que sostuvo en sus brazos la primera vez que lo vio, se acercó a su hijo que yacia en el suelo y trato de abrazarlo siendo rechazada por este cuando se levantó y retrocedio alejándose del tacto de ella.

— No te entiendo... Siempre haz dicho querer a Natsuki-neesama como si fuera tu hija... Pero ahora mismo estás por enviarla a ese lugar donde solo habrán muertes y sangre, si la quisieras tanto como dices no la enviarías a aquel lugar — Katsuki la miraba con ojos feroces como si estuvieran a punto de atacarlo y él estuviera listo para saltar sobre su enemigo en cualquier momento.

— Katsuki... Hay una razón por la cual debe ser Natsuki la que vaya.

— ¡Dimela! ¡Porque si no, no entiendo cual es el maldito motivo por el cual ella deba ir a un lugar donde puede perder la vida!!!... Si no me lo dices... ¿Cómo esperas que lo entienda?...

Mitsuki sentía que se derrumbaría, Katsuki tenía 12 años pero aún no le habían dicho el secreto de su familia, la razón por la cual Natsuki estaba viva y la larga historia que existía detrás de todos los herederos del imperio. Mucho menos sabía de la visión que los dragones habían tenido respecto a su sobrina y su destino al salvar a la familia imperial, tanto Mitsuki como sus padres y esposo pensaban que aquel destino del que hablaron ese día era el que tenían frente a ellos, la guerra con los demonios, si Natsuki iba a esa batalla y ganaba podría librarse de ese destino del cual era perseguida pero, también existía la posibilidad de que ella fuese herida de gravedad y perdiera la vida, eso era algo que los dragones no supieron decir ya que para ellos también era desconocido lo que sucedería luego de que Natsuki se enfrentará a aquel destino.

Mitsuki amaba a su sobrina, para ella y Masaru, Natsuki era su hija, la vieron crecer, decir sus primeras palabras, dar sus primeros pasos, leer por primera vez un libro, correr por los jardines solo para ser alcanzada por ellos...
Ella era su querida hija y estaba a punto de ir a un lugar donde estaría sin ellos, dónde tendría que pelear y matar para sobrevivir, claro que tenía miedo, tenía mucho miedo y deseaba que las cosas no hubieran sido así, pero ahora mismo no podía hacer nada... Se hubiera derrumbado si no fuera porque Katsuki estaba frente a ella, los golpes en la puerta la hicieron salir de sus pensamientos viendo una vez más los ojos de su hijo, rojos, a punto de llorar, su mirar se dirigió a la puerta afirmando para que la persona detrás de la puerta pasara.

Era Natsuki y en esta ocasión no sonreía como las ocasiones que la visito en su oficina durante ocasiones pasadas.

— Katsuki — el menor la miró — No culpes a su majestad por una decisión que yo misma tomé, yo fui la que decidió ir, también le dije a tu madre que no te permitiera ir, sabía que una vez supieras que iría a la batalla harías lo imposible por ir-