Capítulo 2

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Me dejo caer en la banca que esta hasta el fondo de la cafetería

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Me dejo caer en la banca que esta hasta el fondo de la cafetería. Antes quería tener la atención de todos y ahora lo único que quiero es que nadie me vea. Entrar por esas puertas y que todos se te queden viendo, eso antes, era algo que amaba que hicieran, ahora eso era como si estuviera dentro de los juegos del hambre, queriendo sobrevivir de las miradas que ellos me daban.

—Esto será toda una mierda —mascullé teniendo como objetivo la banca que estaba hasta el final.

—Lo lamento —alguien se detiene detrás de mí. Levantando lo que sea que haya golpeado la parte trasera de mis piernas.

—Si... no hay problema —exhalé siguiendo con mi vista fija en la mesa de hasta el final.

Esto iba a ser una broma, pero veía esa mesa como si fuera una luz dentro de la oscuridad a mi alrededor.

Dejo la mochila a mi lado y saco el libro que estaba leyendo. Me reiría de mí mismo si el Nash de antes me viera leyendo un libro. Lo únicos libros que leía era los que la profesora de literatura nos hacía leer, o el libro que la profesora de cálculo tenia para algunas de sus clases. Antes todos los días me la pasaba burlándome de los nerds, de los chicos y chicas que veía leyendo algún libro, solo decía; "ellos no saben disfrutar de la vida, leer un libro es aburrido".

Aquí estoy yo, leyendo Historia de dos ciudades, un clásico. Uno de los libros que mi madre tenía en su estantería y que tomé prestado como excusa para no ir con un psicólogo. Tonto, supuestamente el libro solo sería para distraer a mi madre con esa excusa de que leería libros en vez de ir al psicólogo, pero cuando accidentalmente o casi curiosamente leí el último capítulo del libro, me quede con las ganas de saber cómo había llegado a terminar así, y ahora me encuentro aquí, a unas hojas de llegar a la mitad del libro y comenzando a crear mis teorías de porque pudo haber pasado todo eso.

Mamá en ocasiones llegaba con una pila de libros y todos iban directo a su estantería, en donde siempre me ponía a solo ver las portadas y de las que mi madre me hablaba cada día que tenía oportunidad de hacerlo.

Río suavemente, al recordar esos momentos.

Mamá se había burlado de mí porque había entrado a mi habitación cuando estaba discutiendo conmigo mismo el final del libro y también renegando porque mamá me había hecho un spoiler por no haberme comido la ensalada que había hecho. Sí, ahora esa sería la nueva manera que mamá usaría para castigarme porque cada libro que había en su estantería ya habían sido leídos por ella, así que tendría que ser el hijo bueno con ella para no ganarme un spoiler de su parte.

Me coloco mis audífonos inalámbricos. No para escuchar música, eso solo lo hago cuando estoy solo en mi habitación, cuando puedo concentrarme en solo eso e ir a un mundo que me transmita la tranquilidad que había buscado por meses. Aunque también lo hago para que nadie intente molestarme —o eso es lo que espero —, hasta el día de hoy esa excusa me ha funcionado. No ha habido alguien que me haya interrumpido mientras estoy leyendo. O tal vez nadie lo hace porque sabe quién soy y de lo que paso hace un año.

El Chico De Los Converse Negros [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora