Dos corazones rotos necesitaban ser sanados y un par de tenis fue la razón de que sus vidas tuvieran sentido.
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Nash es un chico reservado y peculiar. Antes era el favorito de todos, el rey del mundo. Pero por un error cometido por sus padres ahor...
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Suspiro con cansancio entrando a la casa de mi abuela.
Dejar a Abbey en su casa fue todo un caos. Su padre casi me mata, Abbey comenzó a llorar cuando vio a su padre. Su padre casi me vuelve a querer matar pensando que por mi culpa era que su hija estaba llorando. Pero en ningún momento por más que lloraba ella no le dijo lo que habíamos visto en Coffee Central.
Mi madre quería regresar a casa y yo me iba a ir con ella, no podía dejarla sola en ese lugar.
—Nash, ya podemos irnos —mi madre apareció en la sala con mis cosas.
—Mamá, deja que yo me lleve eso —pedí caminando hacia ella.
—Muy caballeroso de tu parte, pero yo me lo llevaré —me deja con las manos extendidas.
Su sonrisa inocente me vence. No podía discutir contra mamá.
Asentí dejando que ella se saliera con la suya.
Caminamos hacia la puerta principal. Saliendo de la casa. Mamá encaja la llave en la cerradura de la puerta, cerrándola por completo.
Sábado por la noche. Hoy si fuera el Nash que era antes, estuviera en la casa de algún chico del equipo haciendo una fiesta, siendo el centro de atención.
—Olivia me llamo está mañana.
—Olivia, ¿la esposa de Matthew?.
—Sí, esa Olivia.
—¿Para que te llamó? —pregunté abriendo la puerta para que ella subiera.
—Oh, para invitarme a desayunar con ella.
No sé porque Olivia invito a mi madre a desayunar, pero presiento que será algo malo.
Olivia fue de las personas que atacó a mi madre. Lo hizo cuando estaban arrestando a mi padre. Mi madre no lo escuchó, pero yo sí, yo escuché cada jodida y estúpida cosa que ella le decía a mi madre.
Esa mujer era inmadura. Solo hablaba y criticaba a las personas sin siquiera conocerlas, lo peor era que criticaba de mi madre sin siquiera haberla conocido. Mi madre no le había hecho absolutamente nada, ella era para mí la mujer más noble y más inteligente, ella no se merecía todo eso. Mi madre siempre quería ayudar a los demás. Ella no se merecía que Olivia o las otras personas en ese lugar la tratarán como si no fuera nada.
A mí no me importaba que hablaran mal de mí. A mí me molestaba que hablaran mal de mi madre, ella estuvo para ellos cuando necesitaban ayuda y se la pedían a ella, pero ahora, ahora ellos la ignoran y la tratan mal.
Buenas jodidas personas terminamos siendo.
—No creo que sea una buena idea que vayas —objeté cerrando la puerta del copiloto.
—Pero ella sonó muy amable, quería hablar conmigo.
—Sí, mama, pero es la esposa de Matthew, él habla mal de mi padre y de ti, no esperemos otra cosa por parte de Olivia.