La marca

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Tenía en sus manos una caja de terciopelo negro, una que abría y cerraba con paciencia mientras su vista estaba perdida en la nada. Llevaba unos minutos analizando la celda, tratando de buscar un punto débil por el que pudiera salir, o al menos alguna forma de comunicarse con el resto de su grupo; quienes debían estar lo suficientemente lejos como para hacer más complicada la tarea. Maldijo por lo bajo a todos los Híbridos del mundo, si no fuera por esos dos asquerosos no estaría en ese lugar, aunque honestamente estaba más enfadada con el rebelde Omega que se había atrevido a desafiar su autoridad, ese niño definitivamente se las iba a pagar.

-¿Piensas pedirle matrimonio a alguien?- paró todos sus movimientos y se incorporó un poco en la cama, la chica de la celda de al lado se encontraba apoyada contra los barrotes de la celda y la veía con atención. Mónica se sintió un poco intimidado por esos ojos azules que parecían perforarla con su intensidad, tal vez por eso se aventuró a responderle.

-Claro que no, no soy una de esas Alfas. Esto le pertenece a mi jefe, “El anillo perfecto para el Omega perfecto”, me lo dio para que lo pusiera en el dedo del chico cuando lo encontrara, no quiere dar una mala impresión- se paró de la cama con pereza y se acercó para mostrarle el precioso anillo de oro blanco con un enorme diamante rosa, que descansaba dentro de la cajita. La rubia soltó una expresión maravillada al verlo, pero al instante le regresó la mirada.

-Si te soy sincera me parece una joya demasiado exagerada, y no puedo ni imaginarme el precio. A veces no logro entender porque algunos Alfas ponen tanto esfuerzo en conquistar a un Omega- otra sonrisa apareció en los labios de la chica, y esta vez venía acompañada de una descarada oleada de feromonas, que tenían un perfecto olor a lavanda.

-Entiendo lo que me dices, aunque en este caso no hay amor de por medio, es más bien una unión por conveniencia- cerró la cajita y la guardó de regreso en el bolsillo interior de su chaqueta. Por un momento ambas guardaron silencio, aunque la rubia parecía ser del tipo al que le gusta conversar.

-No pude evitar escuchar lo que hablabas con Lolito hace unas horas, acerca del desafortunado cambio que sufrió el chico. Supongo que es el mismo al que deberías ponerle ese anillo, el prometido de tu jefe- sus ojos se conectaron por un momento y Mónica asintió levemente, la otra prosiguió.

-Se que no me incumbe, pero algunas veces la curiosidad me carcome y no puedo evitar involucrarme. Mi madre solía decir que era demasiado entrometida y que eso me llevaría a tener muchos problemas, supongo que tenía razón- Mónica la vio curiosa, no sabía muy bien qué responder, no era muy buena relacionándose con otras personas. Aun así, logró pronunciar una frase coherente.

-Supongo que era inevitable, ese hombre hablaba bastante fuerte y tu celda está justo al lado- su comentario fue recibido con un asentimiento de cabeza, al menos la rubia parecía ser lo suficientemente amigable para seguir la conversación.

-Lolito es uno de los Alfas más fascinantes que he conocido, aunque sea un cochino traidor. Para serte honesta me lo esperaba de cualquiera menos de él, aunque ese Omega que intentábamos atrapar ha resultado ser toda una molestia- la rubia metió su mano en la chaqueta negra que llevaba puesta y sacó una cajetilla de cigarros, acto seguido le ofreció uno a su acompañante, pero ella se negó.

-¿Conoces a Auron?- la Alfa guerrera empezó a jugar con su cabello negro, mientras la otra le dio una profunda calada al cigarro y negó con la cabeza.

-Vi su foto en un cartel que Lolito me enseñó cuando habló conmigo, me dijo que necesitaba mi ayuda para distraer a dos de los guerreros. Según tengo entendido, el chico se está quedando en la casa de uno de ellos, pero ese lugar es una auténtica fortaleza, así que fui invocada para crear una distracción que le permitiera colarse en esa casa y llevarse al chico. Íbamos a reunirnos en la frontera de Karmaland cuando todo estuviera hecho, para que me diera la otra mitad el pago, pero las cosas no salieron como me lo esperaba- Mónica analizó esas palabras, al parecer se había adelantado al plan del mercenario, aunque no es como que confiara mucho en ese hombre desde el principio.

Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora