Lolito

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-Quitate la ropa- los verdes ojos de Lolito aún brillaban con furia y Mangel supo que las cosas se habían puesto un poco violentas con Fargan, eso solo queria decir que él iba a pagar las consecuencias. Habían llegado a la posada hacía unos minutos y desde la conversación con el policía sentía el olor con furia de su Alfa. 

-Hay mucha gente aquí Lolo, por favor, ¿no crees que es mejor estar callados y tranquilos?- sintió como era levantado del suelo con facilidad antes de ser lanzado con furia a la cama, se dio cuenta que ese dia no habria razonamientos ni palabras bonitas. 

-No te pregunté si aquí había mucha gente o no, te dije que te quitaras la ropa. ¡Ahora!- todo su cuerpo se paralizó al instante, la voz de Alfa de Lolito había resonado en toda la habitacion, asi que no tardó en obedecer. Sus mejillas se sonrojaron y volteó la mirada hacia otro lado mientras sentía como su Alfa se desnudaba también frente a él. 

Las manos calientes de Lolito se posaron con furia sobre sus muslos y lo jalaron hasta tenerlo recostado boca arriba frente a él. Un beso salvaje violento sus labios mientras sus piernas eran abiertas y una mano buscaba su entrada con desesperación. Generalmente cuando tenía esos arrebatos de furia no le preparaba adecuadamente y terminaba adolorido. Sin embargo, esta vez al menos fueron dos dedos los que se internaron en él primero. 

Una mordida en su labio inferior le hizo sangrar y no pudo evitar dejar salir un pequeño chillido de dolor, eso provocó que los ardientes labios de su Alfa bajaran hasta su cuello; al lugar de la marca, donde recibió una nueva mordida que le hizo aferrarse a la espalda de Lolito. Cerró los ojos y sintió como los dedos que antes jugaban en su entrada salían para dar paso al palpitante miembro, que se internó sin cuidado en su interior. No estaba lo suficientemente lubricado así que las primeras embestidas fueron dolorosas, pero poco a poco su excitación llegó y empezó a disfrutar del encuentro. 

Amarró sus piernas a la cintura de Lolito y empezó a gemir como sabía que le gustaba, y supo que lo hacía bien porque escuchó los ahogados y roncos gemidos de su Alfa unirse a los suyos. Echó el cuello hacia atrás y sintió más besos y mordidas, eran salvajes pero excitantes. A veces se preguntaba porque seguía con él, si era un completo maniático, pero cuando tenía ese potente miembro dentro recordaba que muy en el fondo le encantaba ser tratado de esa forma. 

Sintió como el nudo se acercaba, esa noche iba a ser rápido. Llevó la mano a su miembro y lo empezó a masturbar al ritmo de las embestidas, la mano de Lolito reemplazó la suya de un movimiento y luego ambos soltaron un fuerte gemido. El nudo se formó y lo hizo apretar la mandíbula, pero su propio orgasmo le hizo dejar de pensar en el repentino ardor. Sus respiraciones se calmaron poco a poco mientras en nudo bajaba poco a poco, el cuerpo de Lolito seguía sobre el suyo y ahora dejaba besos por todo su pecho.

-¿Cuánto me darás las buenas noticias y me dirás que al fin tienes un cachorro mío dentro de ti?- Mangel apartó la vista de inmediato y se limitó a acariciar los rojos cabellos de Lolito. 

-Sabes que esto no funciona si no estoy en celo mi niña, tendremos que esperar un poco más para eso- sintió como su Alfa se incorporaba y le veía a los ojos con seriedad. Hizo todo lo posible para sostenerle la mirada sin hesitar, y logró una linda sonrisa en ese guapo rostro. 

Lolito se incorporó y salió de él, a lo que sólo atinó a soltar un gemidito ahogado. Sintió el cuerpo contrario acomodarse a su lado para dormir y él hizo lo mismo pero dándole la espalda, no tardó en sentir un brazo pasar por su cintura y pegarlo posesivamente. Un momento después escuchó los suaves ronquidos que chocaban contra su cuello, eso le dio la señal de que al fin podía relajarse un poco; acarició la mano en su cintura con suavidad. 

Si tan sólo su Alfa supiera que lo estaba engañando y que en realidad cada vez que tenían sexo y anudaba, él se apresurada a tomar un supresor especial para no quedar en cinta. Observó su bolso abandonado a un lado de la cama, tenía un compartimiento secreto y ahí guardaba las pastillas; el doctor que las conseguía para él le había garantizado un 99% de posibilidad de que nunca quedaría embarazado si las tomaba sin falta. 

Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora