La cabeza de Auron estaba a punto de estallar, mientras sostenía en la mano el collar que hacía aproximadamente 15 años había quitado del cuello de aquel misterioso Alfa de ojos violetas. Eran pocas las ocasiones en las que pensaba en él, porque era muy doloroso recordar su partida y el adiós definitivo que se habían dado al saber que sus caminos estaban destinados a ser separados.
Recordaba ese día como si hubiera sido ayer, con la triste mirada de Samuel, el salado beso de despedida y la promesa de buscarlo para que no tuviera que casarse con un Alfa al que no amaba. Pero conforme pasaron los años, su recuerdo se perdió en una parte distante de su memoria, a la que no se permitía accesar porque era muy doloroso.
-Si me dejas hacerlo, puedo explicarte…-
-¿Lo sabías verdad?, sabías que era yo, debiste saberlo porque nunca te oculté nada. Mi rostro siempre estuvo descubierto frente a ti en aquellos días, y aunque aún no había tenido mi primer celo… yo…- Auron se puso de pie y el collar resbaló de sus dedos.
Recordaba el primer celo, a solas, pensando pensando su mirada, en sus besos, y en ese cálido sentimiento que lo hacía sentir con casa roce inocente. En esos tiempos era tan sólo un pequeño y solitario Omega, que nunca entendió la irresistible atracción entre ellos, que nunca entendió que todo se debía a que eran destinados.
-Es un poco más complicado que eso chiqui, las cosas se pusieron muy difíciles cuando logré escapar… y cuando te vi aquí yo…- Vegetta trató de acercarse, pero por primera vez su contacto fue rechazado.
-No… tú eres quien no sabe lo complicado que fue todo, como sufrí con el primer celo, cómo mi cuerpo clamaba por tu contacto durante cada ciclo después de eso. Yo no lo sabía entonces, no hasta que los conocí a todos, no hasta que leí los libros, mi animal interno sabía que ya ha ía conocido a su destinado y por eso la pasaba tan mal- para Auron todo tenía sentido ahora, y eso lo hacía más doloroso.
-Yo tampoco sabía eso, pero entre mis planes siempre estuvo el buscarte, y sabía que el tiempo se me agotaba pero no me sentía lo suficientemente fuerte… no me sentía lo suficientemente digno de ti- el Omega se llevó las manos a los oídos y negó repetidamente, no quería escuchar esas excusas… no podía...
-Pero yo confiaba en ti, te conté todo acerca de mí, incluso antes que a todos los demás, y en cambio tú…¿cuánto más pensabas ocultarlo?- el Alfa tragó duro, el aroma de Auron era cada vez más amargo. No era así como se esperaba que resultaran las cosas entre ellos.
-No lo iba a ocultar mucho más, es sólo que con tu cambio de aspecto y el problema con Mónica, con Lolito y con tu prometido. No quería sólo decirlo a la ligera...yo…- Auron lo detuvo con un golpe de sus feromonas, quería pensar y no lo podría hacer con Vegetta diciendo tantas cosas confusas.
-Necesito aire… me llevaré el Collar del Guardián para que no esté cerca de ti y te lastime de nuevo. Luego podremos hablar con más calma- se inclinó a tomar la joya, y salió sin esperar nada más.
Pero para su desgracia, toda la mansión estaba impregnada de las feromonas de Vegetta. Así que, corrió escaleras abajo hasta salir por la puerta principal, ignorando a todos los demás Alfas que de seguro aún dormían.
El aire fresco de la mañana le pegó de lleno en el rostro, y eso lo alivió por un momento, aunque el aroma a chocolate y canela seguía en el ambiente, demasiado claro como para ignorarlo. Y entonces se acercó a la puerta automática que daba entrada a la fortaleza, donde se quedó de pie, debatiéndose si sería una buena idea salir totalmente de la propiedad.
A su cabeza llegó entonces el recuerdo de esos hermosos ojos violetas y como siempre lograban expresarle sus sentimientos mejor que cualquier palabra. Y eso bastó para que se acercara por fin al escaner de la puerta, dispuesto a alejarse un poco más. Pero en cuanto la puerta se abrió, sus ojos se toparon con un par de orbes grises que ni en un millón de años esperaba ver ahí.
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Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)
FanficSer de casta pura era un mundo maravilloso de riquezas y glamour. Pero un matrimonio arreglado estaba lejos de que deseaba en su vida. Ahora Karmaland le ofrecía algo nuevo que explorar y él lo haría gustoso. ¿Qué podría salir mal?