Éxtasis

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Suspiró por lo bajo y empezó a caminar lentamente hacia Vegetta, era muy arriesgado lo que iba a hacer y probablemente le costaría su virginidad; pero dadas las circunstancias no había muchas opciones. Su mano alcanzó la tensa mano del Alfa en celo y sintió como era apretada con algo de fuerza, pronto estuvo aprisionado entre sus brazos; el calor que emanaba era sorprendente. Por su parte el celo empezaba a nublar su cabeza, era una sensación extraña que no había sentido a esa magnitud antes, el intenso aroma que llegaba a sus fosas nasales lo estaba haciendo perder la razón, solo atinó a rodear el torso frente a él, con fuerza. 

-Creo que esto confirma que quiere hacer Auron, así que puedes dejar sus cosas y luego retirarte- la voz de Vegetta aún salía agresiva, pero el aroma de Auron parecía estarlo calmando. El problema ahora, era convencer a Luzu de que estaría bien y lograr que regresara a su casa sin más incidentes. Para su suerte, el alcalde parecía ser alguien bien controlado, y observó cómo se llevaba una mano al rostro para cubrir su nariz y boca; dejó la maleta sobre el suelo y salió de ahí muy rápido. Todos los presentes estaban de acuerdo que, una pelea entre los dos Alfas podría haber provocado mucho daño. 

Pero no había tiempo para seguir pensando en que hubiese pasado si Luzu se hubiese quedado, porque Auron tenía a un Alfa sujetándolo por la cintura; uno que estaba a punto de comerselo. Sintió como sus glúteos eran sujetados con fuerza, obligándolo a dar un salto y enganchar sus piernas alrededor de la cintura de Vegetta, este le veía con las pupilas dilatadas y los colmillos de fuera. ¿Qué tenía ese Alfa que de pronto lo tenía descontrolado y jadeante por más?  Su lado racional le exigía que fuera hacía la maleta y tomara su supresor especial, y luego saliera corriendo, pero él no era muy afecto a seguir las reglas. Esbozó una pícara sonrisa y beso esos tentadores labios frente a él.

Vaya, no llevaba ni 24 horas fuera de casa y ya había conseguido estar con un Alfa en celo. Tal vez su madre tenia razon después de todo, y salir de casa solo implicaba peligros que no estaba preparado a enfrentar con la cabeza fría, aunque de haberse quedado en casa hubiera terminado igualmente con un Alfa en celo, y lo que es mas, casado a la fuerza. Al menos en ese momento tenía la impresión de que era él quien estaba en control de a quien se entregaba. 

Entraron en la habitación de Vegetta, enfrascados en un profundo beso con olor a chocolate y vainilla. Las manos del Alfa estaban afianzadas a sus glúteos mientras los apretaban con deseo, y su boca se movía con insistencia hacia su cuello. Auron sintió los colmillos peligrosamente cerca del punto la marca y decidió que era momento de dejar algo claro, tomó el rostro contrario con firmeza y le hizo verle a los ojos. 

-Sin mordidas- el Alfa le lanzó un gruñido bajito en protesta. 

-Tienes que prometer que no me marcaras Vegetta, aún no estoy listo para eso- muy en contra de sus deseos Vegetta aceptó, a su lado racional tampoco le parecía muy buena idea marcarlo tan pronto, así que trataría de controlarse.

Llegaron a la cama y cayeron en ella mientras se deshacían de la ropa con ansias.  Auron fue el primero en perder todas sus prendas, y Vegetta quizo admirar su perfecto cuerpo desnudo, así que se detuvo para ver esa piel morena y exquisita, que se complementaba con ese rostro de mejillas rojas y cabello alborotado. Todo se veía tan apetecible, desde los perfectos pezones hasta el plano abdomen y ese pene erecto entre sus piernas. Pasó las manos por la curvatura de su cintura y acarició las caderas hasta llegar a apretar los bellos muslos. 

No recordaba la última vez que había estado con un Omega, pero Auron era mucho más especial que cualquier otro que hubiese conocido. Su olor por ejemplo, parecía más fino y deseable; su piel era tan suave y bien cuidada; hasta la forma en que gemía era tan provocadora. Debía ser por su casta, pero nunca imaginó que hacerlo con un Omega, de esos que consideraba engreídos y petulantes, fuera tan diferente. 

Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora