El libro

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Fueron 4 días en que desaparecieron del mundo. Salían de la habitación de Vegetta solo para buscar comida y por las mañanas hacían una que otra tarea de la casa, pero siempre regresaban a engancharse el uno del otro casi sin control. En ese tiempo Luzu había llamada como 15 veces y solo una vez le habían contestado para indicarle que todo iba muy bien, y que no se preocupara, incluso tuvo que poner a Auron al teléfono para que le confirmara. 

Pero era momento de regresar a la realidad, el celo de ambos había terminado y ya no tenían excusa para seguir en la habitación encerrados. Así que ese día, mientras Auron estaba boca abajo sobre la cama, con un libro en las manos y completamente desnudo; decidió proponerle salir al pueblo y tal vez presentarlo con sus amigos. 

-Oye, cariño. ¿Qué te parece si hoy salimos de este encierro y vamos a pasear al pueblo un poco?- pasó su mano por esas perfectas nalgas y empezó a besarlo por la espalda. Auron rió. Era extraño como la intimidad compartida en tan pocos días los había hecho tan cercanos, a Vegetta le parecía increíble tener a alguien tan fascinante entre sus brazos, y no pensaba dejarlo ir por nada del mundo. Sin quererlo y como por arte de magia, se estaba enamorando de Auron.

-Pensé que no te gustaba salir mucho, pero claro que quiero conocer el pueblo un poco más. Tal vez hablar con Luzu en persona y disculparme por como actué el otro dia. También quiero comprar cosas para poder empezar a construir mi casa- Vegetta detuvo sus besos.

-Sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras- Auron se incorporó un poco y se puso de rodillas sobre la cama. 

-Lo sé, pero nunca he tenido una casa para mi solito. Y si tú hiciste esta casa con tus propias manos yo también puedo hacer una para mí- le regaló una sonrisa tan encantadora que Vegetta solo atinó a sonreír, mientras veía como ese perfecto cuerpo desnudo se levantaba de la cama y se dirigía al baño. 

-¿Vienes conmigo?- una expresión pícara reemplazó la anterior, y el Alfa no tardó en entrar al baño con miles de ideas de como disfrutar de ese apetitoso cuerpo antes de que salieran.

-¿Vienes conmigo?- una expresión pícara reemplazó la anterior, y el Alfa no tardó en entrar al baño con miles de ideas de como disfrutar de ese apetitoso cuerpo antes de que salieran

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Se encontraban frente a la casa de Luzu. Auron había insistido que quería visitar al alcalde primero, por toda la situación de la noche en que había entrado en celo. Sabía que no había revelado su casta ante los demás y eso ya era algo que quería agradecer. Y claro, no podía negar que le intrigaba saber más del alcalde, tenía ese algo que le hacía querer saber más. Aunque oficialmente estaba con Vegetta...¿cierto?

Volteó a verlo, él caminaba distraído pero muy cerca. Incluso las feromonas que soltaba tenían un toque de amenaza, como queriendo marcar el territorio a su alrededor. Su actitud había sido así desde que habían salido de la enorme mansión, hasta le había exigido tomar su supresor, y no era como que no lo iba a hacer, pero se daba cuenta como el Alfa se estaba tomando muy en serio eso de cortejarlo y tenerlo sólo para él. Regresó su vista al camino y suspiró bajito; le agradaba Vegetta, y mucho, pero se había ido de casa por una razón y aún quedaba un mundo por explorar antes de decidirse atarse a alguien. Sólo esperaba que el hombre de los hermosos ojos violetas no se convirtiera en alguien muy posesivo. 

Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora