Mangel dejó su pico a un lado y suspiró aliviado al ver que el boquete en el que había estado trabajando, al fin era lo suficientemente grande para dejarlo entrar. Así que tomó su mochila y se adentró en el apretado pasaje, donde no tardó en encontrar un pasillo iluminado por finas antorchas.
Era su escondite secreto, el que había hecho dos días después de llegar a Karmaland. El pasillo de piedra se extendía por unos dos kilómetros hasta desembocar en una espaciosa cueva, ahí dentro había una puerta oculta en la pared más alejada de la entrada, y esa puerta lo llevaba a una habitación lo suficientemente grande para contener una cama, un armario y unos seis cofres de metal.
Dejó la mochila al lado de la cama y se dejó caer en el polvoriento colchón, eso provocó que tosiera; mala idea lanzarse de esa manera. De igual forma lanzó una carcajada a la nada, parecía ser que esa semana acabaría siendo la peor semana de su vida. Aunque confiaba en el viejo dicho:
"Cuando tocas fondo no te queda más que salir"
Cerró los ojos y suspiró de forma cansada, era momento de reflexionar y planear; sin embargo, a su mente solo llegaron todas las malas decisiones que había tomado hasta el momento, empezando por haber confiado en Lolito en vez de Rubius. Había sido una decisión del corazón y no de la cabeza y por eso estaba ahora hundido en la miseria, aunque para ser justos nadie escogería a un Híbrido sobre un Alfa de rango alto como el pelirrojo.
Lolito era un Alfa extraordinario, había que admitirlo, no sólo en aspecto, sino en todas las demás áreas. En comparación, un Híbrido como Rubius parecía un niño pequeño, así que cualquiera habría decidido quedarse con el apuesto hombre de cabellera roja en vez del pobre e inseguro oso. Claro que el karma es una perra y nunca se imaginó que terminarían en las garras de un maniático abusador. Ni todo el amor del mundo podría haberlo cambiado, aunque para ser honesto, su lado débil era demasiado sumiso para siquiera intentarlo.
A decir verdad llevaba mucho tiempo pensando en cómo deshacerse de Lolito, sin embargo, las cosas se habían puesto cada vez más peligrosas y su antigua imagen de Omega indefenso se debilitaba cada día más, especialmente porque él no sabía de la existencia de los demás...
"No lo defiendas, todo este lío es porque quería a Lolito por sobre todas las cosas. Aunque estuvo mal dejar al pervertido ayudar a conquistarlo a decir verdad"
Mangel sonrió y se incorporó en la cama.
-Son inútiles, eso es lo que son, decidieron dejar al más débil a cargo y ahora estamos metidos hasta el fondo en el hoyo de la miseria. Sin Alfa, sin marca y sin oportunidades- se llevó las manos a la cabeza y hundió los dedos en su cabello.
"Él se ha quedado dormido, y con nuestra ayuda permanecerá de esa forma"
-Tenemos pocas opciones, Rubén no cayó, hasta podría jurar que ya no nos ama- apretó el agarre en su cabeza al recordar el encuentro con su ex-novio.
"Pues yo estuve de acuerdo con el débil, Lolito siempre fue la mejor opción, es una lástima que haya encontrado a su verdadero destinado"
-¿A su verdadero destinado?- esa frase lo hizo levantar la cabeza.
"Oh vamos, no puedes ser tan ingenuo. La única forma de que un lazo se rompa de manera espontánea es si uno de los dos encuentra a su pareja destinada, todo mundo sabe eso. Aunque hay que admitir que es algo que ninguno vió venir"
-Entonces ... Lolito encontró otro Omega…- esa revelación lo hizo apretar los dientes y soltar un grito de furia.
"No te desesperes, aún tenemos un par de planes, queda Rubius, y tal vez incluso Luzu. Si lo que quieres es un Alfa que te proteja podríamos ir por ellos. Pero si lo que quieres es venganza podemos pensar en otras opciones"
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Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)
FanfictionSer de casta pura era un mundo maravilloso de riquezas y glamour. Pero un matrimonio arreglado estaba lejos de que deseaba en su vida. Ahora Karmaland le ofrecía algo nuevo que explorar y él lo haría gustoso. ¿Qué podría salir mal?