Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)

Amargura

Auron cayó sobre sus rodillas, con la respiración acelerada y empapado en sudor; su corazón latía a mil por hora y las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos. Un gemido se escapó de sus labios mientras se dejaba caer por completo sobre la mullida alfombra morada, había sentido las feromonas de Lolito alejarse tan sólo un momento atrás y sabía que Vegetta subiría en cualquier momento. Sin embargo, él sólo podía concentrarse en el horrible miedo que se había instalado en su pecho cuando descubrió que no podía cambiar de forma. 

Apretó los dientes y se dio la vuelta, aún sobre la alfombra, y se cubrió el rostro con ambas manos. Estaba tan estresado por todo lo que había pasado en tan sólo dos días, y ahora tenía que agregar a la lista de problemas el hecho de no poder usar ninguno de sus poderes, ni siquiera el cambio de forma.  

La imagen de su padre le llegó a la cabeza, con su altivo caminar y su profunda voz de Alfa. Para Auron su padre era el hombre más intimidante que había conocido nunca, y aún así, era gracias a él que había descubierto la mayoría de sus poderes y el cambio de forma.  Porque era importante que un casta pura pudiera explotar todo su potencial, sin importar si era Alfa u Omega. Era una de esas cosas que tenías que lograr para confirmar tu superioridad, para confirmar que tu sangre no era mestiza como la de un Híbrido, ni común como la de todos los demás. 

Una lágrima traviesa se escapó entre sus dedos y recorrió su mejilla hasta caer por completo. En ese momento se sentía la persona más desgraciada del mundo, sin poderes, con un despreciable aspecto naranja y lejos de la comodidad de su hogar. Por un breve instante, deseó no haberse ido de casa nunca.

-Si te quedas mucho tiempo en esa posición te dolerá la espalda- la profunda voz de Vegetta lo hizo regresar a la realidad, y al descubrir su rostro se encontró con la silueta del Alfa viéndolo desde arriba. Su aroma se había calmado por completo, y volvía a ser la agradable mezcla de chocolate y canela que tanto le gustaba. 

-Claro, tal vez debería volver a la cama y dormir el resto del día- se incorporó a duras penas y tomó la mano que le ofrecía el Alfa para ponerse de pie por completo.

El silencio reinó entre ellos por un momento, ninguno de los dos sabía como iniciar una conversación que no terminara en discusión. Aunque la mente de Auron se encontraba llena de dudas y miedos, y era el menos indicado para lograr que las cosas se arreglaran. Vegetta debió darse cuenta que algo malo le pasaba a su Omega, porque de un movimiento rápido lo envolvió entre sus brazos. 

-No era mi intención comportarme como un salvaje, es sólo que Lolito siempre ha conseguido que me ponga muy nervioso, y contigo aquí esa sensación solo aumenta- el Omega no contestó, la verdad no sabía como enfrentar a Vegetta después de la escena de antes. Había tratado de hacer cosas desagradables y al final le había demostrado que le ocultaba cosas importantes. Lo peor de todo es que era muy malo para disculparse, aunque por ese Alfa que amaba tanto, valía la pena intentarlo. 

-No era mi intención ocultarte lo de Lolito, pero su relación es tan complicada que no estaba seguro cómo lo tomarían. Tengo miedo de que los otros lo sepan, han hecho tantas cosas para asegurarse que se mantenga lejos de mí y yo…- su voz se quebró al final, y un sollozo involuntario se escapó de su garganta, los brazos de Vegetta lo apretaron más contra su pecho, y su aroma también se volvió más reconfortante. 

 -No llores por favor, se que todo parece muy complicado, pero en el pasado eramos un equipo. Tal vez aun seamos capaces de llevarnos bien- Auron se alejó del abrazo con suavidad y le dedicó una mirada misteriosa al Alfa.

-¿Eran un equipo?- Vegetta sonrió, el aroma del Omega se había calmado bastante. 

-Así es, puedo contarte la historia si deseas- Auron sonrió y asintió con la cabeza.