Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)

El Alcalde

El reloj marcaba las 4 cuando Auron despertó un poco sobresaltado, su respiración era irregular y sus ojos estaban exageradamente abiertos mientras se paseaban por todos lados confundidos. Tardó un segundo en darse cuenta que estaba en la habitación de Vegetta, giró su cabeza bruscamente y lo encontró durmiendo en una relajada posición. Suspiró aliviado y dejó salir un suspiro relajado, para luego acercarse hasta estar sobre la cabeza del Alfa y acariciar sus suaves cabellos con cariño. El rico aroma a chocolate y canela le llegó a la nariz y lo relajó aún más, no pudo evitar acercarse hasta dejar un beso sobre la cálida sien.

Por un momento quiso volver a dormir pero su garganta se sentía muy seca y se moría por un vaso de agua. Se apartó del Alfa despacio y salió de la cama con cuidado. Ahora que lo pensaba no tenía idea de que había soñando antes de despertar tan repentinamente, era raro que tuviese pesadillas y mucho más que no las recordara. Salió de sus pensamiento y pegó un brinco cuando el teléfono de Vegetta vibró sobre la mesita de noche. Lo tomó por puro impulso para que no siguiera haciendo ruido contra la madera y despertara al durmiente sobre la cama, y ahí se fijó que había una notificación de parte del alcalde brillando en la pantalla.

Frunció el entrecejo y le dio una rápida mirada a Vegetta, quién ahora abrazaba su almohada y murmuraba cosas inteligibles. Sonrió enternecido y regresó su atención al teléfono, su curiosidad era mucha así que lo desbloqueó y leyó el mensaje.

Luzu:

Quisiera hablar contigo cuando tengas un tiempo compañero.

Su mente se confundió un poco, ahora que lo pensaba no sabía que tan cercanos eran ellos dos y si, tal vez, estaba arruinando su relación con el simple hecho de estar en ese momento en la casa de Vegetta; sin mencionar los cuatro días de salvaje sexo. Se sonrojó de solo recordarlo pero se dio cuenta que debía hablar con Luzu si quería aclarar las cosas; aunque estaba consciente que era una petición bastante extraña.

Salió de la habitación con el teléfono aún en la mano y bajó hasta la cocina para tomar su vaso de agua. Llegó al sofá de la sala y se debatió si llamar o no al alcalde, tal vez si iba a su casa y hablaban un rato podría explicarse un poco mejor. El reloj marcaba las cuatro, estaba seguro que el sol saldría en breve pero aún estaba oscuro y afuera era peligroso cuando estaba oscuro. Al final se decidió a llamar, así que buscó el número entre los contactos de Vegetta y marcó con decisión. Sólo faltó que sonara dos veces para que la voz de Luzu contestara con un suave "Alo".

-Hola Luzu- escuchó como la respiración al otro lado de la línea se escuchaba más acelerada.

"Auroncito, no me esperaba escuchar tu voz a esta hora. ¿Estás bien?"

-Todo está bien, sólo tuve un mal sueño y vine por un vaso de agua. Y de pronto pensé en ti y quise hablarte. No sé cómo ha estado tu día pero el mío ha traído muchas sorpresas- se sentó sobre el sofá de la sala y subió las piernas.

"Vaya, pues me alegro que pienses en mí para hablar un rato, y concuerdo que ha sido un día un poco movido. Aunque tengo la necesidad de decirte que siento mucho si te incomodé en mi casa esta mañana, no estoy acostumbrado a tener a alguien tan lindo cerca. A veces nosotros los Alfas no medimos el impacto de nuestras acciones" Auron soltó un suspiro, le agradaba la forma en la que Luzu le hablaba.

-Creo que ha sido mi culpa también. La verdad es que todo lo que ha pasado desde que vine aquí ha sido muy repentino, son cosas nuevas para mí. Pero no me desagradó tu contacto Luzu- un sepulcral silencio se formó del otro lado de la línea y Auron temió que se hubiese cortado la llamada.

-¿Luzu?- algo que le sonó como un gemido ahogado se escuchó antes de que le contestara con la voz un poco agitada.

"¿A qué juego estás jugando Auron? pensé que estabas con Vegetta" Auron soltó un suspiro y trató de ordenar sus ideas.