Chris
Me levanto desorientada, todo esta muy oscuro y un ruido que no logro identificar se oye por todos lados.
Tomo asiento en la cama, parpadeo varias veces enfocando mi vista, al aclararla observo a Ian recargado de manos en el borde de la ventana.
El sonido que no identificaba es el de la lluvia, un relámpago se presenta iluminando la habitación.
—¿Ian? —lo llamo, no entiendo nada, no sé qué ha pasado.
Él se voltea lento, me sonríe y se comienza acercar. Esta semidesnudo, solo un pantalón lo cubre, toma asiento a lado de mis piernas.
—Pensé que no despertarías hasta mañana.
—¿Qué ha pasado?
—Te drogaron, ¿Qué es lo último que recuerdas? —toma mis manos que estaban encima de mis muslos.
Me quedo viendo como acaricia mi dedo pulgar y trato de recordar lo sucedido.
¿Dijo qué me habían drogado? ¿Jake me drogo? Abro mi boca ligeramente, no es cierto. Él no me haría daño o ¿Si?
—¿Qué? ¿Por qué me pones esa cara? —se levanta y por inercia me hago para atrás asustada— ¿Te hizo daño antes de darte el vaso de leche ese idiota?
Frunzo el ceño, niego después y paso mis manos por el cabello.
—No, él... me trajo galletas y leche. Fue en la tarde si no es que llevo más tiempo desmayada.
Ian vuelve a sentarse, encorvado, pasando su mano por la cobija que cubre mis piernas.
—No llevas mucho, hoy paso todo. Jake te drogo para Edwards —me tenso al oír su apellido, ¿Ya se...?—. ¿Por qué me mentiste, Chris? ¿Por qué ocultaste que esperabas un bebé?
Me corto mis pensamientos afirmando mi duda. El miedo se apodera de mi ser, empiezo a llorar aterrada por la vida que llevo dentro y la mía.
—Hey, no, no llores, tranquila.
Rodea mi cuerpo, abrazándome, hace mucho que deje de sentirme segura en sus brazos, ya no me brinda la confianza y seguridad de antes. Pero lo dejo ser, no quiero hacerlo enojar o que sienta mi rechazo.
—Pe-pero no entiendo, ¿por qué m-me drogaron?
—Te querían llevar lejos de mí, suerte que llegue justo a tiempo —todavía me mantiene abrazada, lloro en silencio, ojala no hubieras llegado a tiempo—. Y también suerte para ti que encontré qué primero te drogaron sino hubiera hecho un completo show al encontrarte y pensar que has escapado por tu voluntad —de repente nos separa y toma mi cara entre sus frías y huesudas manos—. Jamás me dejarías, ¿verdad?
Limpia mis lágrimas en el proceso, un nudo se ha atado en mi garganta, quiero decirle que lo odio, pero no me atrevo, no sabiendo que puede hacerme mucho daño, más del que ya ha hecho.
—N-no, nunca lo haría —miento, él queda satisfecho.
° ° ° ° °
—No veo nada fuera de lo normal, sus pulsaciones son constantes, pesa 200 gr, eso si hay que solucionarlo, debes comer mejor y te recetaré vitaminas.
Tengo toda mi atención en sus labios, al parecer mi bebé está bien y tengo ocho semanas de gestación por lo que descarto inmediato a Jake como posible padre de este bebé.
Aun así queda el demonio y Joel.
—¿Entonces no se puede saber quién es el padre? —inquiere por tercera vez, yo al igual que Edwards suspiramos.
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La obsesión de Ian © [✔️]
General Fiction| HISTORIA +18 | Él no temía insertar una bala a sangre fría por mí, su obsesión atravesó cada limite. Nadie podía hacerlo razonar y lo peor, es que soy sólo su hermana.