16 "Te lo suplico, Ian"

11.6K 536 44
                                    

Christina

Lo primero en hacer al abrir mis ojos que se sentían muy pesados fue vomitar, el ardor en mi garganta quema, sujeto la orilla del colchón  y con cuidado me levanto de la cama.

Me tambalee hasta el baño, lave mi cara y enjugue mi boca, despertándome mejor cerré la puerta para después meterme a bañar.

Al caerme agua caliente siento un escozor en mi hombro derecho, toco y duele, no me veo bien, pero tengo algo ahí.

Apago el agua y me enrollo en la toalla yendo al espejo sobre el lavamanos, chillo internamente cuando veo un camino de chupetones que recorre desde abajo de mi oreja hasta el hombro, de un color rosa fuerte llegando casi al rojo.

¿Qué me hicieron ayer?

Lo último que recuerdo fue desplomarme en el suelo en la gran casa de los Señores King, mi hermano cargándome al auto y todo se vuelve negro.

No me duele mi zona íntima, ni tengo marcas en otras partes del cuerpo, bueno solo un moretón morado en mi brazo derecho. No sé con qué me habré golpeado, pero igualmente duele si lo toco.

Me quedo viendo al espejo mi cuello, sé quién lo hizo, no ocupo indagar mucho ni saber si Ian dejó que alguien más me tocara.

Fue él.

Un escalofrío me traspasa toda la columna, asqueada por tener esto de mi hermano, alguien de mi misma sangre e imaginar lo que quiere volver hacerme.

Se ha tardado, tengo miedo.

No tengo idea de cómo reaccionaré, dije que me iba a volver sumisa, pero tampoco quiero que me viole o hacerle caso omiso a eso y dejarme.

Una controversia, porque sé que si me resisto las cosas no van a parar, no se va a compadecer, no me lo va a permitir. Regresará el Ian violento, golpe tras golpe por cada forcejeo... igual que las semanas donde estábamos de luto.

Sacudo mi cabeza alejando esos horribles recuerdos.

No quiero ser ultrajada por él, me asqueo de solo pensarlo y me llena de rabia que él quiera lastimarme.

Como si no me quisiera, como si se le olvidara que era su hermanita consentida, aunque recuerdo cuando me dijo que lo alejaron de mí por tres años porque se enamoro.

Está enfermo y ocupa ayuda psiquiátrica.

Pero vamos, sabiendo cómo es... decirle eso no terminaría bien para mí.

No y no, todo se tornaría oscuro.

Sorbo mi nariz, me quede absorbida que no me di cuenta que estaba llorando de la impotencia, llevo mi pelo para atrás, respiro profundo y vuelvo a la regadera.

Me baño rápido, antes de salir del baño ya seca verifico que no haya nadie en la habitación y en efecto está vacía.

Salgo a cambiarme, abro el ropero y agarro unas bragas, mallas negras, top deportivo y una blusa de manga larga. Esta rozó los chupetes haciendo que mordiera mi labio inferior para no soltar un quejido lastimero.

Los hizo con ganas, me duelen mucho.

Regreso al baño a cepillarme el cabello, en eso escucho la puerta del cuarto ser abierta y me tenso.

Aunque lo pienso bien y trató de relajarme, que no vea tu miedo, respétalo como quiere y has todo lo que quiera, pero no le temas.

Es una persona... creo.

— ¿Chris? —lo veo por el espejo, le sonrío débil y sigo desenredando mi cabello—. Vamos a salir, no puedo llevarte.

Asiento lento, que bueno que se van.

La obsesión de Ian ©  [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora