17.-Rune: Incertidumbre

811 84 62
                                    



Levanto el hacha con fuerza y la dejo caer sobre el trozo de madera que se parte al momento, con tantas astillas volando que me temo que se me cuelen dentro del ojo. A lo lejos puedo ver a Kari, caminando hacia mí junto con mi hermana Ingrid. Me temo lo peor así que sigo cortando, ignorando que las he visto. Aun a pesar de que no hace un día particularmente frio noto los dedos dormidos, rojos e irritados. Tengo claro que de seguir así mucho más me sangrará la piel y será extremadamente doloroso al echarle alcohol por encima. Suspiro en cuanto ambas llegan, sujetándose las faldas para ensuciárselas lo menos posible, como si eso fuera algo siquiera importante. No hablo porque me temo que me digan algo que pueda enfadarme. Continuo cortando la madera en tamaños pequeños para que quepan en el fuego y tengamos para un par de días.

—Hola, Rune, ¿qué tal lo llevas?—Escucho a Kari decir. Suelto el hacha y la apoyo sobre el trozo de madera para prestarles atención, ya que se niegan a dejarme en paz.

—Todo bien. ¿Qué tal tú?—

—Estupendo. Tengo esperanza de estar en cinta.—

—Me alegro, espero que así sea.—Coincido con ella y mi hermana sonríe mirándome fijamente.

—¿Tienes ganas de ver a tu británica?—

—Sí.—Decido no mentir porque de igual modo ya saben lo que siento por ella, o por lo menos deberían saberlo. Maeve será mi esposa, será la madre de mis hijos y la haré feliz hasta que deje de respirar. Le pediré a todos los dioses que nuestros hijos tengan sus ojos para poder verlos cada día mientras crecen y tener la certeza de que su belleza no se perderá cuando ella muera. Tampoco me agrada la idea de que cuando muera no irá al Valhalla conmigo así que tendré que convertirla en una guerrera y que muera empuñando una espada. Moriremos juntos, luchando, con honor.—En breve estará aquí conmigo.—

—¿Y qué haréis?—

—Pues lo que ella quiera. Si quiere una casa se la construiré, si quiere irse a otras tierras, lo haremos. Lo que ella me pida.—

—¿Dejarías a tu familia por ella?—

—Ella es mi familia.—Acorto antes de que pueda seguir por este camino. Ingrid pone un gesto extraño y Kari me sonríe. Estoy obligando a que Maeve abandone todo. ¿Y si ella no se siente igual de cómoda dejando a su familia atrás para convertirse en mi familia? ¿Es justo que ponga todo el peso de nuestras vidas en sus espaldas?

—Todo irá bien Rune, estoy segura de que Maeve será estupenda.—Dice Kari bajo la atenta mirada de mi hermana. Eso lo tengo claro, tengo claro que Maeve es perfecta, pero ella se ha criado en un tiempo más fácil, un tiempo con comodidades que yo no podré ofrecerle y lo que deseo es darle más de lo que tiene, no quitárselo. Podría comer las setas que hay en el bosque, las que nos hacen ver a los dioses y así preguntarles si hay alguna manera en la que podamos cambiar las cosas, alguna forma de que sea yo quien vaya al futuro, por muy extraño que pueda ser. Todo se aprende, ¿no?



Me acuesto en mi lecho, acariciando las pieles con los dedos, deseando dormirme rápidamente para verla. Le pido demasiado. Le pido demasiado y eso no es justo, no para ella. Me muevo de lado a lado y saco un pie fuera de la cama. ¿Cómo podrá perdonármelo? ¿Y si se arrepiente y se va? ¿Y si se arrepiente con mi hijo en el vientre y me abandona, volviendo al futuro? Al menos, sé que mi hijo estaría bien cuidado pero...


La cama de Maeve, vacía, con las mantas revueltas, como si hubiera estado estirada hace poco.

Hiraeth ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora