Capítulo 29 (final parte 2)

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Conduzco hasta la casa de Lavelle con el corazón queriendo salir de mi pecho, el miedo a que les haya hecho algo a Lisa, Jennie o Rosé me está matando por dentro. Esas tres chicas son mi familia, fueron las primeras que creyeron en mi cuando nadie más lo hacía, fueron las que a pesar de tener una familia me enseñaron el significado de estar en una, de pertenecer a un lugar.
Solía huir todo el tiempo y aunque amo a mi familia, con ellos no me sentía yo misma, no me sentía Jisoo y cuando las conocí a ella me sentí como una más, sus locuras, sus formas, hasta sus heridas dejaron que las ayudará a sanar y eso ayudo a sanar las mías.

Jennie rechazaba cualquier expresión o intento de cariño, tenía miedo de ser lastimada de nuevo. Sus padres no hicieron más que mandarla lejos de casa en cuanto tuvo la edad suficiente como para calzarse sola y no la veían hasta las vacaciones con suerte, ella solo quería que alguien la amara y no la abandonara.

Lisa sin embargo fue criada en el ceno de una familia amorosa, sus padres dieron todo por ella he irse a vivir sola a otro país a tan corta edad no fue una transición fácil, ella no quería que eso que tuvo en casa cambiará, y me gustó ser su fuente de afecto cuando se sentía sola y extrañaba a sus padres, me gustó la manera en que ayudó a Jennie a que confiara de nuevo.

Rosé la niña más dulce que alguna vez conocí, era tan tímida que me sorprendió que tuviera la valentía de presentarse a un casting para poder cumplir su sueño y eso me hizo ver que esto para ella era más grande que sus miedo pero aún así necesitaba de vez en cuando un empujoncito para no rendirse y me alegro que buscará eso en nosotras.

En cuanto a mi, me dieron un hogar del cual no huir. Siempre escape de mi familia, supongo que aunque no era su intención sentía que era más una carga que una bendición en sus vidas. Mis padres estaban demasiados ocupados en sus trabajos como para un tercer hijo que les llegó sin aviso, mis hermanos ya estaban grandes y sabían manejarse entre ellos, un tercer bebé era demasiado para el equilibrio que habían construido, y aunque constantemente decían lo mucho que me amaban de igual forma sentía la falta de ellos, una niñera todo el día no sé comparaba a cinco minutos de la atención de mis padres en la cena. Y cuando conocí a las chicas me sentí por primera vez sin la obligación de intentar agradarle a alguien para que me ame, lo hicieron por que así los sentían, y eso no se compara con nada a lo que estaba acostumbrada.

Necesito salvarlas.

Llegó a la casa de Lavelle y apretó la tablet en mis manos, me bajo del auto y subo las escalinatas hasta la puerta y en cuanto estaba por girar la perilla está se abre de golpe y casi caigo.

- Vaya..vaya.. miren quien decidió aparecer..- dice Lavelle apuntandome con un arma.

- Donde estan las chicas?..- cuestionó y este ríe.

- Durmiendo una plácida siesta..

- Aquí está la tablet, ahora déjalas ir..- le digo estirandola hacia él pero este no la toma.

- Muy bien, veo que puedes seguir una simple petición..

- Ya déjelas ir..- le digo y este niega.

- Camina..- dice apuntandome.

- Ya le traje lo que quería. Ahora déjelas ir..

- ¡Camina!..- me grita haciendo que salte en el lugar.

Me hace avanzar, su presencia detrás de mí me altera más, atravesamos la sala hasta el comedor.

- Deja la tablet sobre la mesa..- me dice y hago lo que me pide. En eso siento un golpe seco y al darme vuelta Lavelle está en el suelo y Flinn saltando a su lado con un candelabro en la mano, lo malo es que la vela estaba prendida y al acercarse tanto a la ventana la cortina se prendio fuego rápidamente y antes de poder reaccionar el fuego se extendió por todos lados.

A La Mañana Siguiente // VSOO // COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora