❝ xxii ❞

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—¿De verdad, Soojin? —suspiré mientras rodaba los ojos y tomé asiento. 

—Sí, necesito desahogarme.

Mi amiga tomó la tableta para buscar una canción, me había arrastrado hasta el karaoke al que habíamos ido. Sólo estábamos las dos puesto que Hoseok sólo quería estar con Euna y Hyunwoo estaba entrenando todavía pero prometió que nos alcanzaría apenas terminara. Soojin le pidió que trajera a Kihyun, la noche que se conocieron ella pudo comprobar que era un excelente cantante y debía admitir que yo también quería que viniera por la misma razón.

El karaoke era más divertido cuando al menos uno de nosotros podía fingir que era todo un cantante famoso dándonos un concierto privado.

Soojin colocó un montón de canciones tristes que cantó a todo pulmón, bebía y bebía en el proceso. Simplemente me limité a observarla, dejando que sacara todos sus sentimientos en esos gritos que trataban de pasar como canto, aunque me dolía la cabeza no le dije nada.

Iba por la séptima canción cuando recibí un mensaje de Hyunwoo preguntándome por el número de la sala en la que estábamos. De repente me puse nerviosa, nosotros no nos veíamos desde lo que pasó. Los exámenes terminaron y ya no tenía que ayudarle con sus clases de inglés, así que ya no había razones para vernos a diario. Tampoco hablamos por mensaje durante todo ese tiempo, me pregunté si las cosas se pondrían incómodas entre nosotros. 

Él me aseguró que haría lo mejor para fingir que nada sucedió, sabía que cumpliría su palabra mas no estaba segura de si yo podría simplemente borrar de mi mente la imagen de Hyunwoo avergonzado bajo la luz naranja de las farolas, confesando que me quería pero que no pasaba nada porque sabía que yo no lo correspondía y podía vivir con las cosas siendo de esa manera. 

No lograba entenderlo, las personas cuando se enamoran buscan estar con quienes aman, es lo normal, es lo mismo que yo siento con Hoseok y Soojin con su ex. Luego estaba Son, tan tranquilo y tan sonriente, entrando a la sala como si nada, volviendo a ser mi amigo y conformándose con eso. 

—¡Kihyun —Soojin lo llamó, todavía con el micrófono en la mano—. Ven, canta conmigo.

El chico se rió pero obedeció, en lo que mi amiga y él decidían la canción que cantarían, Hyunwoo se deslizó por el mueble hasta estar junto a mí. Por mera inercia me tense, sin saber de qué otra manera reaccionar. Él no lo notó, y si lo hizo no pareció importarle mucho porque sólo se sirvió soju y me sonrió.

Soojin y Kihyun se pusieron a cantar, la voz desafinada de ella contrastaba mucho con la de él y en algún punto comenzaron a bailar la coreografía, Hyunwoo y yo les hacíamos los coros mientras nos reíamos. Después de todo las cosas con él no cambiaron en absoluto y pronto me sentí lo suficientemente cómoda para platicar con él y burlarnos de los otros dos que parecían estar en medio de un estadio repleto de personas como si fueran idols.

—Nunca había visto a Soojin así —dijo Son, apuntando a mi amiga con la cabeza, estaba completamente ebria y si estando sobria era de poca vergüenza, ya borracha se le olvidaba el significado de la palabra.

—Sólo se pone así cuando la terminan —suspiré—. Pero creo que esta vez sí le dolió mucho. El chico le gustaba mucho.

Él asintió, mirando a mi amiga con pesar, creo que ambos compartíamos el mismo sentir y concordábamos con que Soojin era demasiado para estar dolida por alguien que no valía la pena. Si tan sólo la gente no hablara tan mal de ella por tener muchas citas, entonces los chicos con los que salía se darían cuenta de lo increíble que ella era. Graciosa, amable, guapa y muy cariñosa ya cuando la llegabas a conocer. Pero era una mujer, y por tanto tenía que decidir entre divertirse o su reputación.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, ese día había hecho mucho calor y estaba vestida para esas temperaturas, en la sala tenían aire acondicionado y estaba demasiado frío para mi short y mi camisa de tirantes. 

—¿Tienes frío? —preguntó.

Asentí. Miró a su alrededor, como buscando algo, al no encontrarlo se encogió de hombros y se quitó la camiseta que llevaba abierta sobre otra de tirantes. Me la tendió.

—Gracias —fue lo que pude decir.

En otras circunstancias no lo habría aceptado así como así. Mas me estaba congelando y nunca fui buena soportando el frío. Traté de no pensar en sus brazos ahora descubiertos, tan cerca de los míos que iban de la misma manera. Que estuviera enamorada de Hoseok no quería decir que era ciega y ¡Dios! Que estaba junto a un chico realmente guapo que curiosamente gustaba de mí.

Mi rostro se volvía rojo por mis tontos pensamientos, me obligué a quitar la mirada de los brazos fuertes de Hyunwoo, supuse que eran así por todo el entrenamiento que hacía para la natación. Volví la mirada a Soojin quien por fin soltaba el micrófono para dejar a Kihyun cantar por si solo, en el proceso pude ver la sonrisa socarrona de Hyunwoo, me había atrapado mirando sus brazos.

Chocolate!! || Son Hyunwoo, Lee HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora