Casi por acto reflejo, Hyunwoo tomó mi mano y se colocó delante de mí, cortándole el paso a Hoseok quien se había acercado a nosotros con el entrecejo fruncido y toda la intención de hablar conmigo.
Ellos se miraron fijamente, retandose en silencio, se sintió como un dejavu, sólo que en esta ocasión ya sabía qué debía hacer. Suspire, solté la mano de Son y decidí enfrentar a Hoseok de una vez por todas, no podía ni quería seguir jugando a ese juego con ellos dos, ninguno de los tres lo merecía.
Lee casi sonrió cuando me vio acercarme a él.
—Espera aquí —aunque Hyunwoo quería que me quedara, no podía hacerlo, las cosas se debían solucionar esa noche.
Tuve que sonreírle y asegurarle con los ojos que todo estaba bien, que iba a regresar y que lo arreglaría. Él no me creyó pero tampoco me detuvo. Dejó que me marchara con Hoseok, el arrepentimiento me asaltó apenas di un paso lejos de Son mas no me detuve.
Hoseok planeaba llevarme muy lejos, para que no pudiera regresar después. Yo tenía otros planes, necesitaba terminar con todo ese teatro cuánto antes, estaba cansada de correr, de dar vueltas y seguir sus pasos una y otra vez, esperando que él decidiera tener dirección, esa noche sería el final.
—¿Por qué estás haciendo esto? —dije, deteniendo la marcha de Hoseok, ya no quería caminar más—. Tú estás con Euna.
—Ya no —bueno, eso explicaba porqué ella ya no hablaba conmigo—. Haeun, quedate conmigo esta noche.
—No...
—¿Por qué? —interrumpió—. Haeun, me gustas.
Entonces me besó.
Sus manos tomaron las mías, su boca decía todo lo que yo soñé, me miraba como siempre quise que me mirara. Por fin sucedía, por fin lo tenía junto a mí. Todas esas noches imaginando esa escena, donde la luz de luna nos iluminará para guiar nuestro camino a la villa donde los corazones que laten como uno solo van.
Pero no hubo mariposas.
Mi corazón no latió desesperado.
No vi las estrellas.
Y sí, sonreí, mas no porque me gustara lo aue estaba pasando. Sino porque eso era todo lo que necesitará para tener una epifanía. Hoseok era todo lo que siempre quise, él era el chico de mis sueños, a quien esperé tantos años para conocer y tenía absolutamente todo lo que yo pedía en un chico. Era lo que quería, pero no lo que necesitaba.
Lo aparté de mí. Su beso no provocaba nada en mí y sabía que él tampoco sentía nada. Estuvimos inmersos en esa rutina donde yo lo perseguía y él vivía su vida durante tanto tiempo que Hoseok no sabía qué hacer sin mí.
—Si lo hubieras dicho hace unos meses, no sabes lo feliz que me hubieras hecho —suspiré—. En aquel entonces te habría creído que me quieres.
Recuperé mi espacio personal. Estaba sonriendo, en mí no existían resentimientos ni malos deseos, todo el asunto me daba nostalgia.
—De verdad te quiero —dijo.
—No —reí—. No te gusto, te gusta que te quiera, pero nunca me has visto como algo más que eso. Si así fuera, hace mucho que estuviéramos juntos.
Se quedó callado, buscando qué contestar. De verdad se había creído su mentira, no se daba cuenta de sus propios sentimientos.
—Sí te quiero —insistió—. Todas las chicas con las que he salido se parecen a ti de alguna forma.
—Te gustan ellas, no yo.
—Haeun —rogó—. ¿Por qué ya no me quieres?
Se veía tan dolido, tan roto y vulnerable. Yo era la única persona que tenía asegurada, ninguno de los dos pensó nunca que iba a dejarlo. Ambos estábamos seguros de que iba a estar tras él durante mucho tiempo, tal vez el suficiente para que Hoseok se aburriera de todo y viniera a mí, porque él siempre volvía a mí.
—¿Por qué nunca me miraste? —pregunté yo—. Te esperé y sufrí mucho por ti, también quiero ser feliz.
—Puedo hacerte feliz.
—Ese es el problema —musité—. Mi felicidad no debe depender de nadie, te puse delante de todo, incluso delante de mí misma.
Le di tanto que en un punto empecé a darle lo que no debía entregarle. Porque mi prioridad siempre debí ser yo misma, siempre debí procurarme a mí. Si lo hubiera hecho, seguramente las cosas con Hoseok no hubieran llegado a este punto.
—Quiero querer a alguien y no tener miedo —continué—. Quiero que ese alguien me quiera todos los días, quiero que se quede conmigo incluso si ve a una chica más linda que yo. Por eso quiero estar con Hyunwoo.
Hoseok asintió derrotado, ya no tenía nada qué decir, yo no quería escucharlo tampoco. Todas lo que necesitaba en ese momento era correr hacia donde dejé a Hyunwoo y dejarlo quererme y quererlo yo también. Porque él era todo lo que necesitaba.
—¿Seguimos siendo amigos? —preguntó Hoseok cuando me marchaba.
—Claro que sí.
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Chocolate!! || Son Hyunwoo, Lee Hoseok
Fanfiction❝ Sé que eres más dulce que el chocolate. Inconscientemente mi mirada se detiene sobre tus labios, ¿por qué conozco el sabor de algo que nunca he probado antes? ❞ .__________🍫__________. Donde Haeun es como la chocomenta a Hoseok no le gusta la c...