Capitulo 19

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Fui hacia ella y abrace. —La perdí Aasiyah. Sentía sus pequeñas manos en mi cabeza. Continúe abrazándola. Fui con ella hasta mis alcobas la coloque sobre la cama.

—Todavía no la ha perdido tío. Levante mi cabeza al escuchar su voz tímida. Ella me miraba con sus impresionantes ojos. —Tiene usted que apresurarse el reloj... dijo y todo mi cuerpo. — ¿Qué hago? Vaya por ella dijo— no puedo no hay vuelo.

—Vaya a Dubái ahí encontrará. Dice deja un beso en mi frente y sale. Me levanto recojo una cuantas cosas, no sé cómo no se me ocurrió antes. Bajo a despedirme de la familia.

—Hijo iba a buscarte dijo mi padre cuando entre al salón. —Quiero que vayas a los emiratos... —no padre no puedo. El me mira. De hecho todos lo hacen.

— ¿Vas de salida? Dijo mirando mis manos-— si iré a España. El me mira sorprendido.

— ¿España? Creo que escuche mal ¿Dijiste España? —Si padre iré a España-

— ¿A qué irás a España hermano pregunto Nadina? Había acusación en su mirada, suspire hondo tenían que enterarse todos mis sobrinos me miraban sonriendo.

—Iré a buscar a zita... ¿por qué si te vas a casar con la princesa?

—Ella está embarazada...— escuche el jadeo de las damas en sala.

— ¿Esa mujer está embarazada de ti hijo? — Respire hondo —Sí padre.

¿Me estas queriendo decir que esa mujer llevan a un Fearab y la dejaste ir? Los ojos de padre se están tornando negro está enojado.

—Sí padre tuvi...

— ¡Basta Sadiq! continuas con eso que querer casarte con esa mujer. Será mejor que traigas a esa mujer que lleva a mi nieto si no quieres perder tu apellido. —Me tense al escuchar sus palabras.

Si padre como diga.

—Será mejor que la traiga a esa mujer y a mi nieto, mientras yo hablaré con el jeque. Me tense. Si embarazaste a esa joven, le vas a cumplir no voy a tener nietos bastardo.

—Rasul— grito el fiel sirviente llega. —Sí señor— quiero que prepares unas alcobas para la mujer que Sadiq, el ira por ella. Hadarah puedes ayudar

—Si padre.

—Ahora puedes irte Sadiq que Allah te acompañe y traigas a mi futura nuera en bien.

Gypsy

Llegamos a España y todo me parecía extraño. Las calles no había llegado y ya extrañaba las arenas el desierto los ojos de mi árabe sentí con las lágrimas bajaban por mis mejillas. — Zita debes ser fuerte. Dijo Balder. Luego de dos horas llegamos la circo había pocas personas la mayoría estaban el arabia.

Entramos a mi casa. Fui al mi habitación, para descansar. El dolor en mi pecho no cedía

Un día después

El doctor dijo que todo marchaba bien andaba con mi amigo él no me había dejado ni un minuto. — No hay cura para un corazón roto dijo la adivina.

Me encontraba parada en medio del circo mirando a todos haciendo sus quehaceres pero todo mi cuerpo no se sentía bien todo se me movía vi como Balder corría a mi dirección todo se volvió negro

Las voces me despertaron. —Mi niño a ella hay que regresarle a su lugar. Ella está rota no quiere vivir, nada la ata. Puedes llevarla a Rumania, pero a mi entender ella necesita regresar de donde le hicieron esto. Su piel está caliente.

—Gypsy aguanta iremos a Rumania.

Bardel

La veo sentada en el asiento del avión pero su mirada está perdida. Esta pérdida en el tiempo. Nuestro vuelo va a durar tres horas y media. Ella solo está ahí, pero perdió en brillo en su mirada — ¿Zita cómo te sientes? Ella respira hondo —bien estoy bien. Dice y coloca su mano sobre su vientre.

Pasión Gitana en las Arenas del Desierto Arabico (#2 Trilogía Pasión Y Cultura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora