Anuncio. Pasión Griega en las arenas del desierto Arabico

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Holaaaaaaas
Mis amores.  De regreso a petición de algunas. Llega. Pasión Griega en las arenas del desierto Arabico.  Tercera parte de la trilogía

Dos culturas, un amor y una pasión candente.
Nadina hermosa como una flor de loto, una  que creció entre todos las comodidades que se le puede dar a una mujer árabe. Buena hija, buena hermana y buena cuñada.

Pero en su corazón  arverga la amargura de su madre. Creció  bajo la sombra y el yugo que su malvada madre. Y detrás del hijab se esconde una belleza deslumbrante de ojos azules turquesa. pero con una fiereza indomable, Pero que es opacado por la triste de su corazón
Pero en los últimos años de su vida se ha visto un rayo de luz sus sobrinos.
Dice no poder amar que se conforma con ser la anfitriona de la casa de su padre.

Hermes
Hijo primogénito de una influyente familia es llamado  príncipe en sus tierras, más para el es más importante el amor.
Esconde un secreto muy bien  escondido como una flama ardientemente que crece entre  su pecho desde que vio aquella mujer hermosa de ojos azules y piel de porcelana. Anhela el día en que sus miradas vuelvan a juntarse.

Nadina hija única delicada ante su padre. La primera princesa  de la casa de su padre. Orgullosa con un corazón maltratado.
Hermes, apodado el príncipe  en busca de un amor. Una árabe de ojos azules le robó el corazón.
" Tendrán que aprender a amar en tierras extrañas."
El amor no conoce de idiomas ni de religión. Déjate sumergir en esta aventura de  Pasión  Griega en las arenas del desierto Arabico

¿Podrá la flama ardiente de Hermes curar el maltratado corazón de la bella Nadina?

Prólogo
Nadina
Llebamos un día en camino tengo un deseo enorme de ver a mis sobrinos. Tenía varios días. En el desierto  visitando a la familia de mi madre.
Mi madre gracias a ella soy como soy.
Los hombres no saben amar sólo les importa una sola cosa que le des herederos. Mi padre nunca la amo.

Pero luego miro a mis hermanos y pienso distintos. No sé cuanto tiempo me sumergida en mis pensamientos solo sentí el golpe en la carroza cuando salí
Me quede fría bedwin del desierto.
—Pero mira esta mujer. Dijeron  mirando hacia mi dirección  los servidores trataron defenderme pero fue en vano. Fueron amarrados y noqueado.
Trate de correr pero no llegué muy lejos. Cuando uno de ellos me alcanzó.
Pero su es una fiereza. Dijo quitándome el velo.
Se quedó fijamente mirándome  mientras trataba de soltarme
—Parece una diosa— Lo golpee con la cabeza
—Mi padre pedirá tu cabeza  cerdo asquero. Senti el golpe en mis mejillas. Eso me enfureció  le devolví el golpe  con furia.
—No te atrevas cerdo te diriges a una noble de cuna. —Sus acompañante se estaban burlándose —Eso lo enfureció y me sujeto por cabello. Pero si es una fiera.
Veremos como se las arregla cuando la venda en una taberna. Me quede fría para luego sentir El golpe en mi cabeza y todo quedó negro.

Hermes
—Príncipe  es un honor verlo nuevamente dijo unos de los enviados por la casa de mi padre en Grecia.
Dulnia estaba ahí para despedirse
—Pequeño príncipe no olvides detenerte en el camino

—Siempre con tus acertijos— dije. Pero ella no sonrió como siempre lo hacía. Mas bien en sus ojos había una mirada peligrosa.
—Aprenderás a amar en tierras ajena.
—Nunca quisiste mostrarme a la diosa de ojos azules. Se me terminó el tiempo bella bruja.
—Las arenas te la pondrá  en frente nuevamente  príncipe 
—Ahora debes de irte las arenas tomaron e iniciaron a girar.

Todo el camino pensé en las palabras de Dulnia.
Dos días entramos a una tabernas. Para comer algo. Si madre me ve en un lugar así entraría en pánico. Se escuchaba un alboroto en todo el lugar mire hacia donde estaba el aboroto.
—¿Que pasa?
— Subastan a una mujer  dijo mi ayudante de cámara.
-—DOCIENTAS LIBRAS POR ESTA FIEREZA DEL DESIERTO. ESTA NUEVA VIRGEN. Y ES NOBLE DE CUNA.
La mujer se defendía pero la tenía bien sujetada.
-Suertame cerdo.— Era una fiera
—Para que la vean ustedes mismos le retiró  el velo y la sala .quedo en silencio.  Era ella
Era mi diosa bella.
—Trescientas libras  —dijo uno
—Mi padre va a rebanarte como un cerdo.
Se escucharon sus amenazas. Las ofertas iban e  aumentos.
Párate en el camino las arenas están girando. Las palabras de  Dulnia. Llegaron a mi mente.

—Tres mil libras por la diosa de las dunas el salón  quedó en silencio.
—La una
—A las  dos
—Tres. ¡Vendida  al caballero del fondo!
Puede pasar por su premio caballero.
—Hermes.— Vi como susurro en sus labios.

Me avisan. ¿Me acompañan por esta aventura por la bella Grecia?

Pasión Gitana en las Arenas del Desierto Arabico (#2 Trilogía Pasión Y Cultura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora