Capítulo 23

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— ¿Qué es lo que quieres árabe? Me pregunto sus ojos estaban llorosos, estaba más pálida que la última vez que la vi. Se me oprimía el corazón al saber que yo era el culpable.

—Quiero una oportunidad, quiero que seas mía. — Nunca fui tuya árabe quizás fui una aventura más para el futuro jeque del desierto

—Tienes toda la razón en estar enojada conmigo, te juro por Allah que te entiendo pero por favor no me apartes de ti y de mi hijo.

—No pretendo hacer aún tendrás el derecho total eres el donante. — Zita no me entendiste, yo no quiero ser un padre ausente ningún nieto de mi padre será un hijo sin sus padres.

—No quiero discutir —hablo cansada. Tengo varios días observándola a escondida la estoy viendo apagarse sin poder hacer nada.

—Pídeme lo que quieras dije tomando sus manos.

—Déjame ir, deja que me vaya podrás ir a ver a tu hijo...—No, eso no, no me pidas eso.

Sadiq no podemos... —Si podemos dame esa última oportunidad gitana. me puse de rodillas frente a ella. —Si me das una oportunidad te juro por ese desierto que no te voy a fallar mientras me quede vida. Y si te fallo entonces que el desierto me consuma como castigo.

— ¿Y tú matri...— No me voy a casar si no es contigo, no quiero ser un jeque de los emiratos Arabia, si estaré amargado. Aquí me tienes de rodilla frente a ti gitana. Una vez alguien me dijo que el amor me pondría de rodillas. Y aquí me tienes de rodillas frente a la única mujer que quiero.

—Lo vamos a intentar... —no espere más y la abrase emocionado por sus palabras — Ya verás que no te vas arrepentir. —Espera Sadiq no será como antes. Sus palabras me dejan confundidos

—¿Qué quieres decir que no será igual?

—Me mentiste me ocultaste cosas. Sé que tenía razón — No volverá hacer igual me defraudaste.

—Te juro que no será igual tu solo déjame demostrarte cuanto te amo y cuan arrepentido estoy. —Ella sonrió de lado. —Nada volverá a lastimarte.

Ven quiero que vayamos a un lugar. Donde no puedo estar lejos...

—Iremos al médico... —¿Dubái? Me tense

—No iremos al médico familiar... ¿Qué sucede? sentí como te tensabas prometiste...

—No es buena idea que vayamos a Dubái ahora mismo, termine con una de las princesas y no es recomendable tentar al jeque. Dije mirándola

— ¿Estás seguro de dejar... —si estoy seguro quiero estar aquí y ahora contigo mi gitana.

Salieron sin saber que había una persona espiandolos.

Salimos del médico. Estaba un poco preocupado por la gitana el médico dijo que estaba demasiado débil si continuaba así podrían morir ella o él bebe. ¿No sé qué más quieren las arenas? creo que ya he pagado por mi osadía. Caminamos de regreso creo que lo más conveniente es que vaya a mi casa. No ceo que padre se oponga mientras esté allá la conveleré para que se case conmigo. Entramos a un pequeño establecimiento de comida.

—Te noto pensativo no has tocado la comida. Dijo zita sacándome de mi lucha mental. —No me gusto lo que el médico dijo. Quiero que vayas a vivir a mí...

—No, que haya aceptado intentarlo no...

—No, no es eso dormirás en alcobas esperada a la mía. —Mi padre...

—Podrás ir todos los días si así lo deseas, te acompañare, no tendrías que dejar de verlo, ni a ese amigo tuyo

—No lo creo, además tu padre pareciera que me odia... sonreí por sus palabras.
No mi padre no te odia de hecho quiero que vayas a vivir a casa para estar más al pendiente de ti y él bebe.

Pasión Gitana en las Arenas del Desierto Arabico (#2 Trilogía Pasión Y Cultura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora