Las palabras del padre de mi gitana me sorprende, pero la que no se lo cree es zita — pero... ¿Cómo...? Pregunto con voz temblorosa
—Gitana sabes que no puedes salir, te quedaras con el árabe
—¿Me dejaras aquí sola? —no mi gitana volveré, pero no puedes venir, te puedes quedar donde quieras con las señoras Fátima y Amina o con el árabe.
—Ella estará bien conmigo. —Espero cuando regrese mi gitana tenga su apellido árabe.
—Saben que estoy aquí... —dijo la gitana con lágrimas en los ojos.
—Así será señor la cuidaré. Comenzaron a moverse las carrozas —Padre... dijo abrazándolo. Después de eso el padre subió su caballo para salir con los demás.
Después de la partida de los gitanos la gitana se encerraba en sus alcobas salía de vez en cuando a jugar con mis sobrinos. Sabía que tenía que ir a Dubái sabía que el jaque y su hija tenían que ver con esa decisión de sacar a los gitanos del pueblo.
Paso un mes desde que el padre de zita se fue de aquí. Hoy iría a Dubai para la tarde estaría aquí nuevamente — Volveré para la tarde gitana.
—¿Seguro? No es normal que quieras salir tan repentinamente. —Sonreí las mujeres árabes no cuestionan a su marido sobre para donde van, pero zita es un caso. Por más que intente sus rasgos salen a la luz —Sí, volveré más tardar para la cena o antes, y tú y yo tendremos una conversación del ¿Por qué no quieres casarte conmigo? Ya vas para seis meses. Ella asintió tímidamente deje un beso en sus labios y camine hacia el helicóptero.
Después de casi una hora descendimos en Dubái. Tome un taxi hasta la empresa del jeque. Pase primero por mis alcobas y tome mi celular si tenía uno para cuando viniera aquí, No sé cómo el pueblo es tan atrasado, nada de tecnología las armas en el pueblo son casi ilegales. El taxista me indico que había llegado pague no era la primera vez que venía a aquí las auxiliares me dejaron pasar inmediatamente. Llegué al último piso del edificio. Abrí la puerta y no puedo creer la suerte qué tengo la princesa estaba y su padre también
Al sentir las puertas abrirse se giraron al verme se sorprendieron, pero, luego sonrieron ellos sabían por qué estaba aquí.
—Pero si es el menor de los Ferrer —hablo el jeque mi furia iba en aumento. Puede tomar asiento.
Padre se zita
Un mes desde que regresamos a España por fin poder regresar a donde esa mi hija. Camine por el circo buscando a mi hermano desde que llegamos a España no lo había visto. Habíamos peleado.
Después de casi dos horas no lo encontré por ningún lado caminé hacia la mujer que sabía que tenían algo. —Buena Salma ¿has visto a mi hermano?
—No señor ¿usted no lo sabe? — Me pregunta, pero no entiendo su pregunta.
—No ¿de qué me estás hablando? —Conballo no regresó cuando regresamos. Me sorprendí eso no lo sabía.
—No... dije dudoso. ¿Sabes por qué no regreso? —No en realidad no... la veo pensar ahora que lo pregunta recuerdo que dijo que tenía que arreglar un negocio con un árabe, que había tocado a su mujer más bien dijo. Que una mujer iba a pagar por haberlo despreciado —cuando dijo esas palabras fueron con un cubo de agua fría sobre mí. —Zita... Sali corriendo por el circo llame al aeropuerto un avión saldría en dos horas espero no llegar tarde.
Conballo
—Te voy a entregar a la gitana de ojos verde a la que querías —le dije al árabe sus ojos se iluminaron. ¿Y qué quiere a cambio? Pensé que solo verla servir tan orgullosa que es. Sería una verdadera satisfacción —Nada. No quiero nada.
—Pero tiene que saber que la gitana está embarazada. Él sonrió... —eso no será un problema el desierto es grande, siempre puedes dárselo a los espíritus del desierto a alguna tribu del desierto.
Entonces tenemos un trato.
Zita
Hoy iré donde la señora Amira necesito salir camino por los pasillos me topo con algunas personas del servicio no me acostumbro. Llegue hasta la sala y ahí estaba la niña de ojos turquesa siempre tan seria, tenía los ojos cerrados pero al sentir mi presencia. Abrió los ojos y ahí estaba ese extraño relance de color dorado que se podía apreciar en sus ojos.
La señora bonita llegó con su hijo que lloraba. —¿Vas a salir? Si iré donde Amira asintió y continuo con su bebe.
—No vayas, no salgas las arenas susurran, pero no puedo escucharlas —me asusté vi unas imágenes, pero no reconocí nada. Solo un bebe —Él bebe está próximo a nacer
—No me pasara nada le dije, pero mi corazón latía fuerte —No, él te esta esperan fuera. Las arenas no te protegerán si sales —dijo—me separe de ella asustada. Ella se fue escalera arriba.
Después de unos minutos Salí caminé por las calles del pueblo hasta llegar al pasaje que conducía hasta la tienda me sentía observada, pero tiene que ser por el susto de la beba. Sobe mi barriga en unos días tendría siete meses el doctor dijo que mi barriga esta grande. Lo que la niña dijo me tiene preocupado es escuchado que hay niños que nacen a los siete meses ¿será este mi caso?
Mientras caminaba sumida en sus pensamientos no se percató que el de que hablaba la pequeña iba tras ella. Cuando se percató era demasiado tarde. Un paño con alcohol fue víctima de no haber creído en su pequeña sobrina.
—Ahora si gitana, si no eres para mí no serás para nadie.
Sadiq
—No gracias prefiero quedarme de pies, pero gracias de todos modos
— ¿Qué te trae por aquí? —Me pregunto.
—Recuerdo haberle dicho que no hicieran nada en contra de la gitana—Tienes el descaro de venir aquí a defender a esa mujer, hay que ver que es usted un cínico. —supongo que ella ya no está y vienes a apelar por ella. Para que pueda regresar...
—No de hecho, no tengo por qué hacer eso. Creo que ella como esposa mía puede quedarse aquí. Lo vi palidecer— no fuiste capaz de casarte con esa gitana.
—De hecho sí. —Voy a hacer de su vida un fiasco —dijo la princesa me enfurecí no pensaba hacerle esto porque la saciedad la volvería una paria. Saque mi celular.
—Puedes subir la información que te facilite hace meses dije. La persona afirmó. —Ellos me estaban mirando
—Ahora creo que tendrán en que ocuparse — ¿de qué estás hablando? Al instante entro la secretaria. Alteza en las redes se filtraron unas fotos de la princesa un niño y un seño...— la cara de la princesa era una máscara
—No fuiste capaz de hacer eso... —Les advertí que no se acercarán a mi mujer
—Pero mmi hija será repudiada...
—Siempre puede sacarla del país, o mejor casarla con el padre de su hijo, porque ella sigue viéndolo. Plante la semilla todo Arabia estará sobre ellos.
Sali como una sombra de las instalaciones tantos años en el círculo de ellos aprendí a defenderme del nido de víboras. — Joven... jeque... Me tense tenía que apresurarme me sentía extraño
Pase por casa deje todo allá. El sol ya iba descendiendo el helicóptero tenía turbulencia había tormentas de arenas casi tres horas, llegue a casa había un silencio atroz. Entre a la sala. Mis sobrinos estaban sentados juntos eso solo significa problemas
—¿Qué sucede familia porque están todos aquí? ¿Y mi mujer? A fuera hay muchas tormentas de arenas.
—Las arenas están enojadas. —mi cuerpo se tensó. Miré a todos buscando una repuesta —
—Sadiq zita no aparece—dijo mi hermano todo mi mundo se vino abajo... ¿Cómo que mi mujer no parece? — pregunte nervioso.
— Ella dijo que iría a donde Amira, pero nunca regresó mandamos por ella, pero no fue allá hoy los sollozos
—Las arenas están enojadas...
—Es lo único que dicen dijo mi hermana —camine hacia mis sobrinos, pero hacia una en específico
— ¿Por qué están enojadas las arenas? —Las arenas no me dejan saber, pero él se la llevo... —me levanté tan rápido dando órdenes mi hermano. Casi media hora estábamos listos para salir, pero no teníamos ni idea de quien se la había llevado.
—Tío... me giré hacia la voz Aasiyah estaba ahí junto a su mellizo—Debes de apresurarte él bebe está por nacer me sorprendí eso era imposible
—No... eso no puede ser— no sé ¿Dónde está? —Camina sobre sus pasos tío
—Joven hágale caso a la pequeña niña... habrá que esperar hasta mañana.
—Pero... no sabemos dónde ir.
—Hay que apresurarnos – ¿por qué?
—Porque las arenas anuncian el nacimiento de su hijo
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Pasión Gitana en las Arenas del Desierto Arabico (#2 Trilogía Pasión Y Cultura)
Roman d'amourSadiq un hermoso y carismático Árabe odia otro país que no sea su hermosa Arabia, se ve obligado a emprender un viaje por obligación, por amor a su familia. Se ve en la obligación de ir a un país que según el no tiene su misma cultura. Conocerá una...