Una historia de amor que empezará cuando el sentimiento de amor nazca dentro de ellos, uno se verá en la obligación de ocultar estos para evitar el rechazo, mientras que el otro busca la alternativa de eliminarlos.
Pero después de un percance se da...
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Eran las 12 de la media noche, con un gran polo de Jungkook se encontraba el omega, hidratando su cuerpo con la cristalina agua del vaso en su mano.
Su marca yacía de un color rojizo por haberla reabierto ya varias veces. Su acanelada piel estaba decorada con algunos chupones del alfa que se convertía por breves momentos en un hambriento vampiro.
Sintió las grandes manos rodearle la cintura, pegándolo a su fornido pecho.— Quiero agua —Jeon le hizo un puchero a su omega, quien conectó sus luceros avellanas con los contrarios.
Tae echó a su boca el último sorbo de agua del vaso, tomando firmemente la mandíbula del alfa con una de sus manos, y colocándose de puntas pegó sus bocas, pasando el agua al más alto.
En el silencio del departamento, se escuchó el tragar de Jeon, separando sus bocas lentamente con una fina línea de saliva uniendo sus brillosos labios en unas décimas de segundos.
Tae mordió su labio inferior mirando a su pareja, y juró que por un momento olfateó esas feromonas de deseo sexual característico del celo.
— Quiero follarte de nuevo.
— Nada te detiene...
El cuerpo de Tae fue levantado desde los muslos y dejado en la dura isla de la cocina. Las blancas manos de Jungkook apretaban considerablemente los muslos de su omega, logrando que sus venas empezaran a sobresalir por sus brazos, cosa que hizo que el miembro de Kim despertara por completo una vez más.
La caliente boca del alfa rodeó su miembro, logrando jadeos cuando su lengua se empezaba a mover por el falo del omega.
Las delicadas manos de Tae fueron a parar al largo y azabache cabello de Jeon. Sus piernas que querían cerrarse por el placer seguían retenidas por las manos contrarias, y eran abiertas cada vez más.
Mordía su labio tratando de que ningún gemido escapara de su boca a esas altas horas de la noche. Con una última lamida en su glande pudo eyacular en la boca de su pareja, quien miró como su omega estaba vuelto un desastre cuando apenas estaban empezando.
Buscó su boca para atacarla en un beso rápido, mezclando sus salivas y parte de la dulce semilla de Kim; separando sus bocas con jadeos y tiras de salivas unidas de par en par.
Jungkook alineó su falo a la ya lubricada entrada del omega, volviendo a pegar sus labios para callar sus gemidos al momento de penetrar ese caliente agujero.
Los movimientos pélvicos iban y venían versátil mente, llevando a ambos al borde de la locura e inundando la cocina con sus feromonas de deseo sexual.
Las piernas de Tae abrazaron a Jungkook por la cadera, mientras que este último llevaba sus manos a los dulces y rosados botones del más bajo: acariciando y pellizcando con sus traviesos dedos.
Sus cuerpos perlados por el sudor de la placentera actividad empezaron hacer un leve chicloso sonido en las cuatro paredes de la cocina. Gemidos, movimientos pélvicos, miembros goteando sus semillas y dos lobos fortaleciendo su unión.
Pasando al rededor de veinte minutos, el clímax llegó a sus cuerpos, terminando con las respiraciones irregulares y sudados.
Las manos de Jeon acunaron el rostro del omega, besando castamente sus labios.— Te amo.
— No más que yo.
Kim pasó sus brazos alrededor del cuello de su pareja, dejándose mimar un poco luego de aquella morbosa actividad.
Había recibido la bienvenida a la universidad antes de entrar a esta.
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Hice un extra del capítulo anterior porque me sentí mal al terminarlo cuando empezaba lo bueno.
Tenía mucho que no escribía esto porque me daba pena xd Así que ¿cómo estuvo?
